Las legislaciones son diferentes en cada país, pero me atrevo a decir que en casi todos los sitios del mundo los coches de competición no tienen garantía y los clásicos, pues casi tampoco. Y ese "casi", significa que -al menos en España- hay una garantía contra los que se llama "vicios ocultos". Esto significa una responsabilidad del que vende -particular o empresa- sobre elementos que el vendedor sabía que estaban en malas condiciones y-o averiados y que oculto al venderlo. Esto es difícil de demostrar y comprobar pero, en este tipo de coches, es lo que hay.