Una cosa es que el motor entre en modo seguro y no pase de 3.000 rpm aunque aceleres, y otra distinta es que exista un problema con el turbo y no suministre la presión adecuada aunque superes esas 3.000 rpm. Si lo que sucede es lo primero, deberás ir al taller a que conecten la máquina de diagnosis, comprueben el error y borren el fallo para eliminar el modo seguro. Si es lo segundo, notarás una pérdida de potencia aunque oigas sonar el turbocompresor, y muy probablemente puede ser un manguito flojo que deja escapar el aire.