Uuuuuuf! Nuevo contra usado, difícil elección. La opción segura es el nuevo, sobre todo porque tiene dos argumentos a su favor: garantía (mira bien, pero tendrás, al menos, cinco años en el Kia, mientras que en el Renault ya se habrá terminado), y que se trata de una versión que consume realmente poco, con un motor moderno, de buen funcionamiento y que te dará más satisfacciones en conducción deportiva. Y como tampoco te vas a pasar con los kilómetros anuales, pues eso, que yo me tiraría al nuevo sin pensarlo.