Los velocímetros son muy sencillos: Un "testigo" que puede ser un simple imán se monta en una pieza móvil (por ejemplo en la trasmisión)y un captador cuenta las veces que pasa y las que pasa cada minuto. A partir de hay, con los cálculos pertinentes, calcula distancia recorrida y velocidad.
O sea, que cuando se estropea, se estropea todo: Velocímetro y cuentakilómetros. Con el manual de taller debería ser fácil de saber donde está la "toma de datos"; para un mecánico, salvo complicaciones, es coser y cantar.