En Lamborghini se han propuesto celebrar su 50 Aniversario por todo lo grande, y tras el Veneno presentado en el Salón de Ginebra, la última sorpresa es el Lamborghini Egoista, un monoplaza carrozado de 600 CV diseñado por Walter De Silva que en principio no pasará de la fase de prototipo.
No es la primera vez que en Lamborghini se inspiran en una aeronave de combate para diseñar uno de sus deportivos, y a poco que te fijes en las fotos seguro que reconoces en el Lamborghini Egoista a uno de los helicópteros más famosos del mundo, el Apache. Fibra de carbono y aluminio por doquier, carrocería de líneas rectas en las que según Lamborghini se han utilizado materiales anti-radar (hablan de radares militares no de radares de velocidad, aunque no sería mala idea) y un diseño en el que el centro de atención parece haber sido la cabina de mandos, sobre la que se ha construido el resto del vehículo.
Normalmente Lamborghini pone nombres a sus coches inspirados en la tauromaquia, y seguramente habrá algún toro famoso de nombre Egoista. Pero en este caso la denominación bien podría aplicarse por el hecho de tratarse de un monoplaza. Ni siquiera tiene puertas al uso, al habitáculo se accede al levantarse una cúpula transparente al más puro estilo del cockpit de un avión de combate. Y si vieras sólo el puesto de mando, sería difícil decir si estamos ante un coche o ante un reactor.
¿Prestaciones? Ni un solo dato, al menos de momento. Lo único que se sabe es que el motor es el V10 de 5,2 litros de la marca, potenciado hasta los 600 CV.
Parece una nave espacial!