Bentley sube un nivel más dentro del lujo, aunque sea ya difícil, gracias a las actualizaciones que han presentado en el Salón de Ginebra para el buque insignia, el Bentley Continental GT, y el sedán, Bentley Flying Spur.
En el Bentley Continental GT se ha realizado una mejora en el motor W12 de 6 litros y doble turbocompresor para aumentar su potencia hasta los 635 CV, desarrollando un par de 820 Nm. Con estas cifras ha sido capaz de homologar la velocidad de 331 km/h, convirtiéndose en el modelo de serie más rápido de la historia de la compañía inglesa.
Pero las mejoras no solo se han quedado en la parte técnica. En el exterior, los difusores delantero y trasero y los estribos laterales han sido pintados del mismo color de la carrocería. Las llantas de 21 pulgadas se han oscurecido con un tinte, al igual que los faros de ambos extremos del vehículo. Completarían esta nueva apariencia las pinzas de freno en color rojo, un distintivo cromado con la palabra “Speed” colocado en el guardabarros delantero y un nuevo color para la carrocería llamando Candy Red.
Y en los interiores hay una nueva combinación nueva y exclusiva para los modelos Speed. Tiene un tono oscuro que crea contraste con unas franjas de color a elegir que se colocan en las puertas, los paneles traseros, las aletas del salpicadero, la consola interior y la palanca del cambio.
El Bentley Flying Spur estrena motor
Para el Bentley Flying Spur, la marca ha incorporado un nuevo motor que se une al W12. En este caso se trata de un V8 de 4 litros con doble turbocompresor que tiene una potencia de 507 CV y un par de 660 Nm para conseguir un 0-100 km/h en 5,2 segundos y una velocidad máxima de 295 km/h.
Con el depósito lleno, el Bentley Flying Spur es capaz de recorrer 840 km sin repostar gracias a las nuevas tecnologías aplicadas en el motor V8 como la desactivación de cilindros, la gestión térmica inteligente y un sistema de recuperación eléctrica.
Al igual que la motorización W12, el Bentley Flying Spur V8 equipa la caja automática ZF con ocho velocidades conectada a una tracción total continua para garantizar unas buenas prestaciones en todo tipo de condiciones. Además, la suspensión neumática independiente controlada mediante una centralita maximiza para absorber los baches.
También dispone de pequeños detalles de diseño para diferenciar el V8 del V12. Por ejemplo los embellecedores del tubo de escape cromados tienen forma de ocho, mientras que el distintivo de Bentley es de color rojo. Las rejillas de la parrilla tienen un acabado negro con un emblema en forma de ala negra insertado.
En el habitáculo se ha optado por un color interior de un solo tono, enchapados en madera “Dark Fiddleback Eucalyptus”, una butaca trasera de tres plazas de una sola pieza, reposabrazos delantero, llantas de 19 pulgadas tipo “Classic” y siete colores a elegir para el exterior y cuatro para este interior.
El motor V8 también estará disponible para el acabado Mulliner. Esta mejora incluye un acolchado en forma de rombo, la palanca de cambios especial, pedales de aleación perforados, guarnición de piel en relieve, tapones-joya de los depósitos de combustible y aceite, y el emblema alado de Bentley bordado en todos los reposacabezas.
Las primeras unidades del Bentley Flying Spur V8 se empezarán a entregar a sus afortunados clientes en primavera.
