Si eres de los que ponían la excusa de que no te gustaban las puertas en alas de gaviota para no comprarte un Mercedes SLS AMG, ya puedes ir contando el dinero que te queda en el banco, porque en septiembre se presentará oficialmente en el Salón de Francfort la versión Roadster del superdeportivo con el que Michael Schumacher “se sube por las paredes” en los túneles, aunque sea en la tele y de mentira. De momento poco te podemos contar del Mercedes SLS AMG Roadster, pero las fotos de los primeros prototipos que acaba de soltar Mercedes son reveladoras. Y se nota que tanto la versión SLS coupé como el Roadster se concibieron en paralelo porque, la verdad, la versión abierta es preciosa. Ahora falta saber si al perder el techo la carrocería tendrá la rigidez necesaria en un aparato con motor de 570 CV que no está pensado precisamente para pasear por los bulevares: a buen seguro que muchos de sus futuros dueños se meten de vez en cuando a “desparramar” en circuito.
En Mercedes aseguran que los refuerzos necesarios para aumentar la rigidez se han estudiado con detalle, y que lo han conseguido sin aumentar el peso de la carrocería en bruto: apenas 2 kilogramos de diferencia, lo que parece todo un milagro. Pero si alguien sabe de milagros en esto de los coches deportivos, esos son los chicos de AMG.
La capota de lona del Mercedes SLS AMG Roadster incluye un armazón realizado en aluminio y magnesio, para que pese lo menos posible y no afecte al centro de gravedad cuando se lleva plegada tras los asientos traseros. Tiene tres capas, luneta de cristal, está fabricada con material repelente al agua y se ha probado en las condiciones más extremas para asegurar el confort acústico, la estanqueidad… Entre la “tortura” a que ha sido sometido el mecanismo del techo, ciclos de 20.000 aperturas y cierres consecutivos con el coche parado y 2.500 en movimiento, 10.000 kilómetros de pruebas en Nürburgring… y la prueba de fuego, la de alta velocidad. No, la limitación de velocidad máxima por el hecho de ser descapotable no te valdrá como nueva excusa para no comprarte un Mercedes SLS: el Roadster se ha diseñado para poder rodar a 317 km/h, y además ya se ha comprobado en los circuitos de alta velocidad de Nardo en Italia e Idiada en España.
