La versión más deportiva del SUV cuenta con un motor 2.0 TFSI de 300 CV y 400 Nm. Tiene cambio automático y tracción total quattro.

Hasta ahora el motor más potente que podíamos pedir para un Audi Q2 era el 2.0 TDI de 190 CV, pero desde el Salón de París 2018 el SUV más pequeño del fabricante alemán ha pasado a formar parte de la familia deportiva “S” creciendo exponencialmente su potencia. Tanto que no hay ahora un coche de su tamaño que ofrezca tanto poderío.
El motor del Audi SQ2
Para mover a este nuevo Audi SQ2 la marca alemana ha escogido como motor un 2.0 TFSI de cuatro cilindros que alcanza los 300 CV y un par máximo de 400 Nm, que se mantiene de forma constante desde las 2.000 a las 5.200 rpm. Con estas cifras le permite llegar a los 100 km/h en 4,8 segundos, mientras que su velocidad máxima se ha limitado a 250 km/h.

Desde la marca de los cuatro aros prometen una respuesta inmediata al acelerador, sobre todo si llevamos activado el modo “dynamic” en el Audi drive select (selector de modos) y con una entrega de potencia controlada por la caja de cambios automática S tronic de doble embrague y siete velocidades. Ésta se puede manejar con los modos D, S o con el manual e incluso en el modo “efficiency” es capaz de desacoplarse del motor para gastar menos.
No falta tampoco, como elemento indispensable en los modelos S de Audi, la tracción total quattro. Está dirigida por un embrague multidisco con accionamiento hidráulico para transmitir el par entre los dos ejes. Gracias a su configuración es capaz de transmitir toda la fuerza a un eje en milisegundos.

Podríamos cerrar este apartado mecánico señalando que el Audi SQ2 cuenta con una suspensión deportiva S que baja la altura de la carrocería en 20 mm o una dirección progresiva con un tarado específico, que mejora la conducción tanto en curvas cerradas en carretera como en el tráfico urbano.
El diseño del Audi SQ2
Acompañando a la parte mecánica, el Audi SQ2 también estrena una estética mucho más agresiva. Lo notamos en detalles como las barras verticales introducidas en la parrilla “Singleframe”, el nuevo splitter delantero que da paso a nuevas entrada de aire, taloneras en la parte baja de las puertas, las carcasas de los retrovisores acabadas en aluminio brillante o ya en la zona trasera, con un spoiler más grande o un difusor con cuatro salidas de escape.

Sobre los colores, el Audi SQ2 viene de serie con el “blanco ibis” que vemos en la mayoría de las fotografías. Pagados como extra están el “azul ara” (el del las imágenes del Salón de París), el “amarillo vegas”, “gris daytona”, “plata florete”, “blanco glaciar”, “naranja coral”, “negro mythos”, “gris quantum” y “rojo tango”. Aparte de esto también se ofrecen dos paquetes de estilo, el negro/gris y el negro, que cambian piezas como la parrilla, las rejillas de las entradas de aire o el difusor, por poner unos ejemplos.
Respecto a las llantas, en el nuevo Audi SQ2 se montan de serie unas de 18 pulgadas con neumáticos de medida 235/45, mientras que como opción se ofrecen unas de 19 pulgadas con ruedas de 235/40. Los frenos de disco son de 340 mm en el eje delantero, mientras que se quedan en 310 mm en el trasero.

Ya en su interior, encontramos elementos de serie como los asientos deportivos fabricados en piel y tejido (como opción se ofrecen en cuero Alcántara o Nappa), el climatizador, el volante deportivo achatado con levas para el cambio, el panel de instrumentación digital de 12,3 pulgadas, el control de velocidad (tempomat) o el sistema multimedia MM Navegación Plus de 8,3 pulgadas.
Para decorar el salpicadero se han utilizado varias piezas en aluminio cepillado en acabado mate, los pedales y los reposapiés son de acero inoxidable, mientras que en los umbrales de las puertas se ha montado iluminación con el logo deportivo S.