La verdad, no es que le hiciera mucha falta, pero en BMW han decidido actualizar su modelo tope de gama, el Serie 7. Y lo ha hecho principalmente añadiendo nuevos equipamientos y con cambios en algunos motores –se anuncian reducciones de consumo de hasta un 25 por ciento–, pues estéticamente tendrías que poner al nuevo BMW Serie 7 junto a la versión a la que sustituye para encontrar las diferencias.
Empezando por lo que se ve, el nuevo BMW Serie 7 ofrece ahora de forma opcional faros LED para todas las funciones, que conservan el diseño en forma de aros luminosos que caracteriza a la marca. También cambian muy ligeramente la parrilla y el faldón delantero.
En el interior, los que se acomoden en el nuevo BMW Serie 7 y procedan del anterior apreciarán los asientos rediseñados –los traseros pueden configurarse como asientos individuales–, la nueva pantalla plana de 9,2 pulgadas para las plazas traseras incluida en el equipamiento multimedia opcional, o el nuevo equipo de sonido firmado por Bang & Olufsen, con 1.600 vatios y 16 altavoces, incluyendo un altavoz central iluminado que emerge del salpicadero. También el conductor disfrutará de una nueva experiencia gracias al cuadro de instrumentos opcional totalmente configurable, con una pantalla de nada menos que 10,2 pulgadas, y representación gráfica en 3D de alta resolución.
Y llegamos a las novedades mecánicas, donde el principal cambio se produce con la llegada del BMW 740i con el motor de 6 cilindros en línea de 3 litros y 320 CV, que rebaja el consumo medio en casi 2 litros respecto a la versión anterior. También es novedad la versión BMW 750d xDrive de los Serie 5 M550d –también se monta en los X5 y X6–, con el motor diesel de 6 cilindros y tres turbocompresores, que ofrece 380 CV y nada menos que 740 Nm de par máximo. Su consumo es de 6,4 l/100 km.
El BMW ActiveHybrid 7 también mejora sus cifras al adoptar como motor de gasolina el seis cilindros del nuevo 740i en vez de un V8, lo que junto al motor eléctrico de 55 CV permite una potencia total del sistema de 354 CV, claramente menos que antes, pero también con un consumo muy inferior, pues se queda en 6,8 l/100 km.
Por su parte, el BMW 750i recibe el V8 de gasolina estrenado en la Serie 6, que aumenta la potencia de 408 a 450 CV, rebajando el consumo medio nada menos que en casi 3 l/100 km. Entre los motores que menos cambian se mantiene el 12 cilindros del tope de gama, el BMW 760i con 544 CV, mientras que el resto de versiones, el BMW 730d y el BMW 740d, también aumentan ligeramente la potencia y mejoran el consumo. Ambos utilizan el bloque de 6 cilindros y 3 litros. El 730d anuncia 258 CV (13 más que antes), y reduce 1,2 litros el consumo medio, que se sitúa en 5,6 l/100 km. El 740d pasa a rendir 313 CV, con un consumo medio de 5,7 l/100 km.
Todas las versiones incluyen de serie la caja de cambios automática de 8 velocidades, start-stop, recuperación de energía y –salvo en el 760i– el modo de conducción económica ECO-PRO de BMW.
Entre las novedades de equipamiento, poco le quedaba a BMW por añadir al Serie 7 que no tuviera ya. Se mejora el sistema de visión nocturna BMW Night Vision, hay un nuevo sistema de control automático de luces largas, una evolución del control de crucero activo con función de arranque y parada capaz de funcionar por encima de los 200 km/h, nueva función en el sistema de seguridad “Active Protection” para detectar la fatiga o la pérdida de atención del conductor (primero avisa, pero es capaz incluso de aplicar los frenos si el conductor no lo hace), y también hay cambios en el sistema de reconocimiento de señales de tráfico y en el sistema de navegación, y se incluye una nueva funcionalidad que permite dictar mensajes SMS, correos electrónicos y notas a través del sistema de reconocimiento de voz.
Galería de fotos del nuevo BMW Serie 7