Se trata de una evolución sobre el concept Carmen que se presentó el año pasado, con claras reminiscencias a los coches de carreras de principios del siglo XX.

Podemos decir que la vuelta a los focos mediáticos que hizo Hispano Suiza en el pasado Salón de Ginebra no se quedará ahí. La marca de origen barcelonés acudirá por segundo año consecutivo a la feria suiza con una evolución del Hispano Suiza Carmen que intenta rendir homenaje a los coches de competición que disputaron pruebas allá por los años 20 del pasado siglo.
A diferencia del pasado año, Hispano Suiza no nos ha proporcionado imágenes previas del coche que va a presentar en esta edición del salón más importante de Europa. Si os podemos avanzar que su nombre será Hispano Suiza Carmen Boulogne y que ha sido creado por el departamento “Unique Tailormade” de la firma, al estilo de los Q de Aston Martin o los BMW Individual.

Elegir el nombre de la ciudad francesa de Boulogne no ha sido al azar. A principios del siglo XX se disputaba allí la “George Boillot Cup”, una carrera de resistencia que duraba tres horas y media por los caminos que rodeaban la población cercana al Canal de la Mancha. El fabricante español se presentó con cinco versiones mejoradas del Hispano Suiza H6 Coupé y consiguió hacerse con tres victorias consecutivas en 1921, con André Dubonnet al volante, en 1922, con Paul Bablot, y en 1923, con Léonce Garnier.
El proyecto actual ha sido seguir un poco esa filosofía de tomar un coche “de calle”, en este caso el Hispano Suiza Carmen, y mejorarlo como se hizo en su momento con los H6 Coupé. Los encargados del desarrollo y la construcción han vuelto a ser los trabajadores de la empresa catalana QEV Technologies, que trabaja ya para equipos de la Fórmula E, marcas de grandes deportivos o algunos fabricantes de gran consumo.

Para los que no conocen Hispano Suiza, es un fabricante español que desarrolló su actividad comercial entre los años 1904 y 1946, en donde se construyeron 12.000 coches de lujo y 50.000 motores de avión. En ese último año los activos automovilísticos fueron adquiridos por el Instituto Nacional de Industria, aunque el nombre y la empresa siguió en manos de la familia Suqué Mateu, que son los actuales impulsores del proyecto Carmen.