Suele ser normal que los fabricantes de neumáticos, bajo petición expresa, diseñen neumáticos específicos para los prototipos que los fabricantes de automóviles presentan en los salones. Y por lo general, estos “concept-tyres” o neumáticos experimentales no van más allá de un neumático convencional con una escultura especial en su banda de rodadura.
GoodYear ha ido más allá, al presentar en el Salón de Ginebra un prototipo de lo que podría ser el neumático para los SUV del futuro. O al menos con tecnologías actualmente en fase de desarrollo que podrían utilizarse en un neumático de calle, por que el neumático que hemos visto en el Salón de Ginebra no deja de ser eso, un prototipo experimental. No es casualidad, por tanto, que en el propio Salón pudiéramos verlo en algún concept-car, como el Hyundai Intrado.
¿Qué tiene de especial este neumático? Pues sólo hay que verlo: se caracteriza por su doble banda de rodadura, con un enorme surco central en el centro que GoodYear justifica como una solución para reducir la superficie de contacto con la carretera reduciendo la resistencia al avance –y por tanto, los consumos y las emisiones–, y que al mismo tiempo serviría como canal de evacuación de agua y barro.
Esto último me parece más de cara a la galería, pues por más que he observado el neumático de exposición expuesto en el stand de GoodYear en el Salón de Ginebra, no veo cómo ese surco central, sin canalizaciones hacia el exterior del neumático, podría evacuar agua o barro. La siguiente ventaja que se apunta parece más evidente: el caucho que iría en el lugar que ocupa el surco es material que se ahorra y, por lo tanto, disminución de peso.
No hay muchos más datos sobre compuestos utilizados, o justificación sobre el por qué y la misión de cada una de las múltiples texturas, formas y dibujos que incluye la banda de rodadura, muy futurista, dicho sea de paso. Lo único que asegura GoodYear es que este neumático tiene “texturas hidrófobas Auto-Clean” que presentan una capacidad de auto limpiado al estar diseñadas para repeler el barro, así como zonas especiales destinadas a mitigar el ruido de rodadura.
Lo sigo viendo un neumático muy de “ciencia ficción”, aunque una característica que sí podría ser muy interesante es la posibilidad que se plantea de incorporar dos cámaras de aire gemelas interconectadas por un sistema de válvulas, lo que permitiría seguir circulando en caso de pinchazo de una de ellas.