Gracias a la incorporación de plantas se absorbe dióxido de carbono y se genera oxígeno. Produce electricidad para alimentarse a sí misma y su banda de rodadura es totalmente reciclable.
Si has leído bien el titular, el prototipo de neumático Goodyear Oxygene presentado en el Salón de Ginebra 2018 tiene plantas en su interior para conseguir desplazamientos en las ciudades del futuro que sean más limpios, seguros y sostenibles. Vamos a intentar explicarlo.
Estos futuristas neumáticos cuentan con una estructura cuya parte interior es habitada por musgos vivos y está abierta. De esta manera dichos organismos recogen tanto el agua absorbido por la banda de rodadura como las partículas contaminantes de CO2 del aire para mediante la fotosíntesis expulsar oxígeno. Esta maniobra permitiría a una ciudad como París generar 3.000 toneladas de oxígeno y absorber otras 4.000 en un año, si todos los coches que circularan en ella equiparan estas ruedas.

Siguiendo con la economía circular del proyecto del Goodyear Oxygene, su banda de rodadura se fabrica con impresoras 3D utilizando polvo de caucho de otros neumáticos reciclados. Dicho material permite ofrecer una estructura liviana capaz de absorber los golpes, logrando una mayor durabilidad y permitiendo no tener pinchazos. Además, al contar con una estructura abierta se mejora el agarra en superficies mojadas.
Todo el proceso de fotosíntesis, además del oxígeno, también produce electricidad que es utilizada por el propio neumático. De esta manera se alimentan sus propios componentes electrónicos como los sensores o la franja de luz que tiene en su contorno. También cuenta con conectividad mediante LiFi (internet a la velocidad de la luz) para comunicarse con el propio vehículo, con otros o con la infraestructura.

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