Será el primero SUV de la marca con este acabado. Estará disponible para tres motores diferentes y tracción delantera o total.
Está siendo un crecimiento lento de la gama N-Line, pero constante. El último miembro que se une a este selecto grupo de acabados deportivos es el Hyundai Tucson, siendo el primer SUV de la marca coreana que cuenta con ello. El primero fue el Hyundai i30 y veremos ahora cuál será el siguiente elegido.
Lo primero que diferencia a este Hyundai Tucson N-Line del resto de la gama son los cromados negros que vemos alrededor de la parrilla, en los bajos del parachoques, en las carcasas de los retrovisores, en las molduras de las ventanas, en las barras del techo, las llantas de 19 pulgadas, el techo, alerón trasero y los escapes. Incluso los faros delanteros tienen un bisel oscuro. Todo ello combinado con nueve colores para la carrocería.

Por dentro no faltan asientos deportivos con una tapicería que combina el cuero con el alcántara y cuyas costuras se han coloreado en rojo como en el volante. Otros detalles que podremos encontrar en este Hyundai Tucson N-Line son los pedales de aleación o la palanca de cambios N forrada en cuero.
Pero no todo va a ser imagen. Los ingenieros de Hyundai también han tocado elementos del chasis de este Tucson para mejorar su comportamiento dinámico. Por ejemplo, la suspensión trasera cuenta con un 5 % más de rigidez y en la delantera un 8 % más, mientras que el software de la dirección está preparado para ofrecer un tacto más directo.

Habrá disponibles tres motores para el Hyundai Tucson N-Line. Por un lado están los híbridos suaves con los diésel 1.6 CRDi de 136 CV y el 2.0 CRDi de 185 CV (ambos con distintivo ambiental ECO) y el gasolina 1.6 T-GDI de 177 CV. Pueden combinarse con versiones de tracción delantera y total 4WD.