Siete minutos y dieciocho segundos. Eso es lo que marca el cronómetro cuando el nuevo Porsche 911 GT2 RS pasa por meta tras realizar una vuelta completa al mítico trazado de Nürburgring, el “infierno verde”.
A los menos entendidos esto quizás no les dirá mucho, por lo que una referencia nunca viene mal: el Porsche GT3 RS necesita 15 segundos más, que es una barbaridad cuando se trata de arañar décimas curva a curva. Cierto que el registro del Porsche 911 GT2 RS queda todavía lejos de los 6 minutos y 58 segundos que emplea el Ferrari F599XXX, con motor V12 y 700 CV. Un tiempo de otro planeta.
Pero ahí está el nuevo Porsche 911 GT2 RS, la evolución del GT2 (más potencia, menos peso), y el Porsche de calle más rápido y potente jamás fabricado, superando en 8 CV los 612 que anunciaba el Porsche Carrera GT, que dejó de fabricarse hace cinco años.
El motor del Porsche 911 GT2 RS es el 3.6 bóxer de seis cilindros (bóxer quiere decir que están dispuestos de forma horizontal, tres a un lado y tres a otro), con dos turbocompresores de geometría variable, uno para cada bancada de cilindros. La potencia es 90 CV superior a la del GT2, para llegar a los 620 CV. Y el peso se rebaja en 70 kg, quedando en 1.375 kg. Haciendo un cálculo muy sencillo nos sale una relación peso/potencia de 2,2 kg/CV, casi más propia de una motocicleta que de un vehículo de cuatro ruedas.
No es de extrañar, por tanto, que las aceleraciones permitan hablar de un cohete con ruedas: 3,5 segundos en el 0-100 km/h, y sólo 9,8 segundos en alcanzar los 200 km/h con salida parada (lo que tarda un GTI en acelerar hasta la mitad de velocidad). En menos de 30 segundos ya estás en los 300 km/h, y todavía quedan otros 30 km/h para alcanzar la velocidad máxima.
Y eso que el Porsche 911 GT2 RS, a diferencia del 911 Turbo, transmite toda la potencia a las ruedas traseras (por cierto, no anda mal dotado, con neumáticos 325/30-19 en ese eje), a través del cambio manual de seis velocidades.
Respecto al 911 GT2, el RS presenta algunos detalles estéticos diferenciadores: llantas con tuerca central, aerodinámica revisada para incrementar la fuerza que ejerce la carrocería contra el suelo, interior más “espartano” buscando la reducción de peso… Mantiene los frenos cerámicos, y también cuenta con la suspensión pilotada PASM de Porsche.
¿El precio del capricho? Pues unos 50.000 euros del ala más que el Porsche 911 GT2, pues cuando llegue a Europa en septiembre, el Porsche 911 GT2 RS costará 261.968 euros. Si es que queda alguno, pues se presenta en agosto en el Salón de Moscú (en China y Rusia siguen saliendo multimillonarios de debajo de las piedras), y la producción está limitada a 500 unidades.
