No es el primer SLK al que Mercedes monta un motor Diesel, pero el nuevo Mercedes SLK 250 CDI sí será el primer roadster que funcione con gasóleo que Mercedes ponga a la venta. ¿Qué cuál fue el otro SLK Diesel? Pues uno que no llegó a producirse en serie, el SLK 320 CDI Triturbo que Mercedes presentó en el Salón de Ginebra allá por el año 2005, para celebrar los 70 años del lanzamiento de su primer Diesel. Sí, has leído bien, un modelo con un interesante prototipo de motor Diesel con tres turbocompresores (se rumorea que la marca de la estrella está trabajando de nuevo con esta tecnología), en concreto un V6 de 3 litros que tenía un pequeño turbocompresor para cada una de las dos filas de cilindros, y un tercer turbo de mayor tamaño en el centro de la “V”. A bajas revoluciones funcionaban los turbocompresores pequeños, y el turbocompresor más grande actuaba junto a los dos pequeños a media carga para favorecer la entrega de par, o solo cuando el motor giraba en la zona más alta del cuentavueltas. Sus cifras, por aquel entonces, eran sorprendentes: 286 CV, y un consumo medio de 7,5 l/100 km.
Las del nuevo Mercedes SLK 250 CDI, que estará a la venta a partir de mediados de septiembre, no lo son menos. Las cosas han cambiado mucho en estos últimos cinco años, y ya no hacen falta ni seis cilindros ni tres turbos para conseguir que el SLK 250 CDI alcance los 243 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos, y un consumo medio de 4,9 l/100 km, lo que equivale a unas emisiones de CO2 de apenas 128 g/km. El motor del Mercedes SLK 250 CDI es el 4 cilindros de 2.143 cm3 que equipan otros modelos de la marca, con 204 CV y 500 Nm de par máximo, acoplado a la caja de cambios automática 7G-TRONIC Plus (en primavera de 2012 se ofrecerá también con cambio manual) y con start-stop de serie.
El Mercedes SLK 250 CDI se convierte así en el deportivo de su categoría con motor diesel más potente, y también en el que menos consume, honores que hasta ahora correspondían al Audi TT Coupé 2.0 TDI quattro, con 170 CV y un consumo medio de 5,3 l/100 km. Hay quien dice que es poco menos que un sacrilegio montar un motor Diesel en un deportivo como el SLK. Y tú, ¿qué opinas?