Por estética, por mejorar su rendimiento o por equipar un sistema de frenos más grande. Cualquiera que sea la razón es necesario pensar en que estos elementos deben cumplir una serie de requisitos mínimos

Existen muchas formas de dar nuestro toque personal a un vehículo. Una de las más comunes es la de cambiar las llantas por unas de mayor diámetro o con un diseño completamente distinto pero antes de “pasar por caja” debemos saber que existen ciertos límites que, en caso de rebasarlos, podrían suponer una multa. Por llevar neumáticos homologados “nos pueden caer 100 euros de sanción”, por superar el ancho de vías entre 90 y 120 euros y por llevar separadores de llanta la suma puede ascender hasta los 200 euros.
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Elegir las medidas adecuadas
En primer lugar, todos los vehículos tienen unas medidas para llantas homologadas. Aquellos neumáticos cuyas dimensiones no coincidan con las que marca el fabricante no podrán equiparse de forma legal en un vehículo. Tampoco podrás pasar la ITV con ellas pero no te preocupes, el sistema es bastante permisivo.

Para conocer las medidas equivalentes de mi coche solo necesito dos cosas: conocer las medidas de mi neumático de serie y una tabla o calculador de equivalencias. Anota las medidas que aparecen en el flanco del neumático, deben parecerse a algo así (215/65R16) y corresponden por orden al ancho del neumático en milímetros, al porcentaje de la altura del perfil de una llanta y al diámetro de la llanta medido en pulgadas. Una corta búsqueda en Google resuelve la segunda cuestión “tabla de equivalencias neumáticos”.
Por ejemplo: si mi coche monta unos neumáticos de 205/60/R15 podremos encontrar muchas medidas de neumáticos con el mismo diámetro de llanta (225/55R15, 195/60R15, 215/55R15…) y si lo que queremos es adquirir una llanta más grande tendremos que comprobar las equivalencias correspondientes. Según la norma española el desarrollo no debe superar el 3 por ciento, es decir, que el diámetro real del conjunto de neumático y llanta no sea superior o inferior al 3 por ciento.

Bajo la normativa actual ninguna variación en el equipamiento de ruedas supondrá un cambio en las medidas de la conducción como modificar el cuadro de instrumentos pero sí repercutirá en un probable cambio en la dinámica del coche. Por ejemplo, si montamos una llanta muy grande en un coche poco potente notaremos un aumento en el consumo y probablemente un funcionamiento de la dirección más lento.
Las medidas de la llanta
Pero a la hora de elegir también es importante comprobar si nuestra llanta es compatible con nuestro coche. Las llantas tienen un radio y un ancho determinado y se adaptan en mejor o peor medida a los neumáticos según sus dimensiones. Que el ancho de la llanta sea el correcto es importante por dos razones:
- Si la rueda supera el ancho de vías y sobresale de la carrocería aunque sean pocos milímetros tendremos razón más que suficiente para no pasar la ITV.
- Si la llanta es demasiado ancha podría chocar con elementos de la dirección o del sistema de frenos, lo que haría completamente imposible conducirlo. Antes de comprar un juego de llantas lo más recomendable es asegurarse de que las medidas de ancho y ET u offset (la distancia de desplazamiento entre el centro de la llanta y la zona donde apoya el coche) permiten circular con normalidad. De hecho RACE nos indica a través de este dibujo cómo son los distintos tipos de offset.
Tornillería de la llanta
Cada coche tiene una tornillería de medida específica. Los vehículos turismo suelen llevar 4 o 5 tornillos por llanta aunque algunos modelos 4x4 y todoterreno llevan incluso 6. Algunos grupos de fabricantes comparten medidas, lo que hace más sencillo encontrar llantas originales válidas para intercambiar (por ejemplo, puedes montar las llantas de un Volkswagen Golf GTI nuevo en un Volkswagen Golf GTI de hace algunos años o instalar las llantas de un Audi A3 en un Volkswagen Polo) siempre y cuando cumplan con la homologación.

Las tornillerías se representan así: “5x114,3” o “4x100”, por ejemplo. El primer número corresponde al número de tornillos y el segundo, al diámetro de la circunferencia que forman los tornillos. Suelen ser medidas universales e introduciendo el nombre de tu modelo y su año de modificación encontrarás varias marcas que ofrecen alternativas a tus llantas de serie.
Homologar en caso necesario
Si tu coche lleva de serie unas medidas poco comunes (algunos Smart, el Citroen Visa) y no existen muchas alternativas para modificar las llantas de tu coche puedes homologar una nueva medida en la ficha técnica de tu vehículo. Existen algunos criterios concretos que debes tener en cuenta además de que tendrás que solicitar un informe de conformidad y un certificado del taller. Nuestro consejo es que busques ponerte en contacto con un homologador profesional.

Existen infinitas posibilidades y combinaciones, ahora solo debes buscar la adecuada para ti y siempre en base a los criterios legales en España para no tener problemas con la ley cuando salgas a disfrutar de tu coche.
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