Los nuevos monoplazas eléctricos cuentan con un diseño más espectacular. Los fabricantes podrán diseñar sus propios propulsores y dispondrán de baterías con más capacidad.

Ahora ya se puede decir que la Fórmula E es un campeonato totalmente asentado dentro de las competiciones que organiza la FIA. Muestra de ello es el nuevo GEN2, el monoplaza que se empezará a utilizar en la temporada 2018/19 y que ha sido diseñado junto con diseñadores e ingenieros del organismo del motor mundial.
Por ahora solo se han desvelado las imágenes de cómo será el GEN2 porque se tiene previsto presentar al completo durante el próximo Salón de Ginebra 2018 y que se convertirá en el tercer modelo de la Fórmula E tras el presentado en 2014 y su pequeña evolución presentada en 2016.

El objetivo primordial que se quería conseguir con el nuevo diseño era separar a la Fórmula E de otras competiciones de monoplazas y vaya si lo han conseguido. De nuevo se han vuelto a esconder las ruedas bajo la carrocería para ganar en aerodinámica y no cuenta con un alerón completo, sino partido a la mitad.
Otros elementos que destacan son el gran difusor en la parte trasera, dividido en dos partes al colocar en su centro la luz de advertencia y la colocación del famoso “halo”, que mientras en la Fórmula 1 no parecen ponerse de acuerdo en su implantación, en el campeonato eléctrico se pondrá desde la próxima temporada.

Desde la organización del campeonato han informado que todavía tienen que ser homologadas todas las partes que sean comunes para todos los equipos, aunque se abrirá la posibilidad de que cada fabricante cuente con su propia unidad de potencia. Además, se conseguirá el doble de capacidad de almacenamiento en las baterías, para no tener que cambiar de coche a mitad de carrera, y unas velocidades más altas.
Mola, muy espectacular. Lo único que un fórmula no debería llevar las ruedas carenadas, por tradición jeje, pero todo sea en pos de la eficiencia.