Parece que fue ayer, pero el Suzuki Vitara nació en 1987, hace ya tres décadas. Treinta años y cuatro generaciones después sigue siendo un éxito en la gama del fabricante japonés.

En España, Suzuki primero logró el éxito con el pequeño Santana FJ/SJ, un todoterreno minúsculo, del tamaño de un Mehari, pero con tracción total. Se convirtió en "coche de moda" en los '80: juvenil, económico y versátil.
Abrió el camino a un hermano mayor -tampoco tanto- denominado "Vitara" como cierta espada japonesa. El Suzuki Vitara también era un todoterreno, con tracción total y reductoras, pero presentaba un aspecto nuevo: una carrocería menos espartana, con elegantes aletines en los pasos de rueda y un frontal similar a un turismo.

Grandes ruedas y vocación de asfalto
Sus grandes y anchas ruedas -menos apropiadas para rodar fuera de carretera que por asfalto- le aportaban una gran personalidad: había nacido el primer SUV de Suzuki, aún antes de que se hubiera acuñado ese concepto de "Sport Utility Vehicle".
El Suzuki Vitara aunaba posibilidades "off road" con un buen comportamiento en carretera, sin renunciar a una posición de conducción alta y gran capacidad de carga. Parecía un todoterreno, pero se comportaba como un turismo.
Fue un compromiso muy delicado, ya que Suzuki buscaba a un público aventurero y transgresor, amante de viajar y de hacer deporte en exteriores, pero también de ir a la oficina cada día en el mismo Vitara.

Múltiples versiones y caras
Del anterior Suzuki FJ tomaba elementos campestres, como el techo de lona desmontable por secciones, que lo convertía en un descapotable para el verano; o el portón posterior con la rueda de repuesto exterior (para ahorrar espacio); o sólo dos puertas delanteras.
La primera generación del Suzuki Vitara (1988) tenía unas dimensiones contenidas: 3,56 metros de longitud y menos de 1.000 Kg de peso. Suficientes para ser movidos por un pequeño motor 1.600 de 80 CV.
Sin embargo, el público pidió algo más potente y lujoso y así aparecieron las versiones V6 de 134 CV y también la turbodiésel, que iban aparejadas a carrocerías más pesadas (con techo metálico o alargadas con cinco puertas).

Diez años moldeando el Vitara
La evolución fue tan grande, que la primera generación estuvo a la venta durante diez años en infinidad de versiones, produciéndose más de un millón de ejemplares. Cuando por fin apareció su sucesor en 1998, el Suzuki Vitara era otro muy diferente de su concepto inicial, moldeado por su clientela.
De hecho, fue denominado "Gran Vitara" por su superior tamaño y equipamiento, cada vez más dirigido a rodar sobre asfalto. Aún así, Suzuki no permitió que perdiera sus aptitudes fuera de carretera, aunque el conductor ahora podía pasar de 4x2 a 4x4 simplemente pulsando un botón del salpicadero.

Cada vez más grande
La evolución del mercado siguió haciendo crecer el coche: en 2001 apareció el Gran Vitara XL-7, con 32 cm más de distancia entre-ejes y casi medio metro más largo, apto para siete plazas y equipado de un potente V6 de 2.7 litros de cilindrada.
La tercera generación apareció en 2005, más SUV y menos todoterreno. Por primera vez, la gama Vitara pasaba a emplear una carrocería monocasco, en vez de un chasis independiente. Además equipaba suspensiones igualmente independientes en las cuatro ruedas y un sistema de tracción total electrónico, con cuatro programas disponibles.

Quizá se estaba alejando demasiado de su concepto inicial, así que Suzuki rediseñó completamente su destino para la cuarta y actual generación (2014): más compacto, urbano y ágil, equipado de motores más racionales de 1.4 y 1.6 litros y 120/140 CV, y equipado de conectividad, infoentreteniemiento y sistemas de asistencia a la conducción.