En el Salón de Nueva York 2017, Jeep presenta el Grand Cherokee más bestia, el Trackhawk, con el motor V8 del Dodge Challenger SRT que rinde más de 700 CV

Mucho se ha hablado en los últimos meses de la versión más potente y deportiva del Jeep Grand Cherokke. Ahora, en el Salón de Nueva York, Jeep presenta el Grand Cherokee Trackhawk, un SUV que esconde bajo el capó nada menos que el motor V8 Hellcat de 6,2 litros sobrealimentado que mueve al Dodge Challenger SRT, aunque con algunas modificaciones
Con sus casi 710 CV de potencia y la tracción a las cuatro ruedas, el Jeep Grand Cherokee Trackhawk no se quedaría atrás en una prueba de aceleración de 0 a 100 km/h ni ante deportivos como todo un Porsche 911, al cubrir la distancia en apenas 3,5 segundos. Otros SUV de altas prestaciones como el Porsche Cayenne Turbo, el BMW X5 M o los Mercedes GLC firmados por AMG no son capaces de asomarse a estas cifras, que no se quedan sólo aquí: la velocidad máxima es de nada menos que 290 km/h.

En Jeep han tenido que trabajar duro para que el “transplante de corazón” no sufriera rechazo. Se ha mejorado la lubricación del motor con un cárter con mayor capacidad de aceite, la transmisión también se ha modificado y la caja de cambios automática cuenta ahora con un modo “track” para conducir en circuito, capaz de realizar los cambios de marchas en apenas 160 milisegundos, y las llantas de 10 pulgadas con neumáticos 285/45 esconden frenos firmados por Brembo con pinzas de 6 pistones delante y de 4 pistones detrás.

En el interior no falta todo el lujo y refinamiento que es capaz de ofrecer el Grand Cherokee, con un acabado bitono en rojo y negro y con el sistema Uconnect, que incluye pantalla táctil de 8,4 pulgadas y un gran número de nuevas funciones como indicadores de potencia y par, o incluso un limitador de la potencia del motor.