El nuevo Bentley Flying Spur pretende convertirse en la auténtica referencia entre los coches de gran lujo y altas prestaciones, al igual que el recién presentado Bentley Continental GT Speeed Coonvertible lo hace entre los descapotables. Para ello, la receta es fácil: grandes dosis de lujo y artesanía y materiales exclusivos, pero sin olvidar unas cualidades dinámicas de primera, aunque sea para que las disfrute el chófer.

Un "tanque" con prestaciones de superdeportivo
Suficiente para permitir al Bentley Flying Spur alcanzar los 322 km/h, con una sorprendente aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 4,6 segundos. Y es que, ahí donde lo ves, su coeficiente aerodinámico es muy bueno, con un Cx de 0,29, y aunque son muchos kilos, está claro que potencia o empuje no faltan: ¡el par máximo es de 800 Nm a sólo 2.000 rpm! Bentley anuncia un consumo y unas emisiones rebajadas en un 13 por ciento respecto a la generación anterior. El consumo medio homologado es de 14,7 l/100 km, aunque en ciudad pasa claramente de 20. Como dice la canción, ¿a quién le importa?
Por supuesto, no falta la suspensión neumática con amortiguación adaptativa, ni un equipo de frenos a la altura de semejante mole capaz de moverse con esa agilidad. Los frenos de serie incluyen discos ventilados de 405 mm delante y 335 mm detrás, aunque en este coche yo me quedaría más tranquilo montando la opción de frenos cerámicos, con discos perforados de 420 mm delante y 356 mm detrás, capaces de parar hasta a un F1.
Lujo y conectividad al máximo nivel
Bentley denomina “Infoocio” al sistema de conectividad que incluye, entre otras cosas, Wifi, un sistema de sonido de ocho canales con 1100 W de potencia y más pantallas táctiles que en una tienda de Apple: una de 8 pulgadas en las plazas delanteras, y sendas pantallas de 10 pulgadas para los pasajeros traseros. Las posibilidades de personalización darán más de un quebradero de cabeza a los millonarios indecisos: doce colores para la tapicería de piel, más de 100 opciones de color para la carrocería, una gama de llantas de 20 y de 21 pulgadas como opción a las de serie –de 19 pulgadas–, o las pieles adicionales del programa de personalización “Mulliner Driving Specification”, con detalles exclusivos como el pedalier en aleación perforado, o el “tapón-joya” para el depósito de combustible.
Como dato curioso, para revestir el salpicadero y otros detalles del interior en cada Bentley Flying Spur se utilizan unos diez metros cuadrados de madera natural, según la marca, obtenidas por métodos sostenibles.