
Los sensores de radar empiezan a convertirse es un elemento imprescindible en los coches actuales, como demuestra el hecho de que Bosch haya fabricado un millón de unidades en trece años y espera alcanzar en 2014 el segundo millón.
El aumento será provocado mayoritariamente por la nueva normativa de clasificación de seguridad de EuroNCAP, que a partir de 2014, sólo aquellos que dispongan de, al menos, un sistema de asistencia al conductor podrán recibir las cinco estrellas. Además, a partir de 2016 será obligatorio disponer de una amplia protección para los peatones.
Los actuales sistemas miden con total exactitud hasta 20 veces por segundo la distancia con el vehículo que nos precede, avisando al conductor mediante señales acústicas o visuales e incluso frenando el coche automáticamente.
Los futuros desarrollos de Bosch se centran en un nuevo sensor de radar de alcance medio más compacto y económico que su predecesor, con variantes para su instalación en la parte frontal y trasera del coche.
Ya en 2014, Bosch iniciará la fabricación en serie de un sensor de video estéreo que puede ver en 3-D y medir distancias de hasta 50 metros. De esta manera, será posible, por primera vez, utilizar un solo sensor para realizar una frenada de emergencia automática que proteja a los peatones.
Otras funciones serán poder aparcar el coche de forma automática gracias a sensores de ultrasonido y funciones para poder maniobrar por zonas estrechas de obras en autopistas o en atascos a baja velocidad.