¿Cómo reaccionan los sistemas de seguridad ADAS a un espejismo? Expertos lo explican

Aunque son sistemas de seguridad muy avanzados, las cámaras que forman parte de los ADAS también detectan estos fenómenos de ilusión óptica ¿los reconocen?

Los sistemas de seguridad ADAS recurren a muy diversos sensores y cámaras para reconocer el entorno por el que circula tu coche. Estas tecnologías pueden verse afectadas por fenómenos como los espejismos, una ilusión óptica que se produce especialmente cuando el asfalto está muy caliente. Te contamos con ayuda de los expertos de Carglass cómo funcionan los ADAS y si son capaces de detectar y distinguir fenómenos como los espejismos.

¿Qué es un espejismo? ¿cómo reaccionan los ADAS?

¿Recuerdas la escena de Lawrence de Arabia? Eso es un espejismo. Un espejismo es un fenómeno físico que produce una distorsión óptica. Es mucho más común cuando el suelo está caliente, por ejemplo, en la arena del desierto o sobre el asfalto de la carretera. La luz refracta en la superficie y crea una ilusión, pues el cerebro humano lo interpreta como un reflejo de superficie líquida donde en realidad, no hay líquido alguno.

El fenómeno del “oasis de agua en el desierto” también se produce en la carretera, una situación de la que serás partícipe cuando el calor sea extremo. Y aunque se produce a razón de la interpretación humana, las cámaras “se confunden” de la misma manera.

¿Consiguen los ADAS reconocer un espejismo?

Sí, pero no ha sido fácil. Las cámaras, sensores y radares distinguen las imágenes que captan -analizan qué es lo que ven, un coche, una moto, otros objetos, etc.-. Cuando la cámara frontal del vehículo encargada de informar a los sistemas ADAS detecta un espejismo, analiza aspectos como el color, la textura, la simetría, el contraste, el brillo y los bordes. De esta forma es capaz de distinguir un espejismo de un charco de agua o del final de la carretera.

Es decir, son sistemas tan avanzados que buscan hasta el más mínimo detalle para determinar con exactitud si lo que están captando es un objeto peligroso en la trayectoria del coche en apenas unos segundos.

Todo esto surge fruto del aprendizaje automático que han recibido a partir de millones de horas de vídeo en condiciones reales. Una inteligencia artificial actúa en conjunto y determina si son obstáculos a través de cálculos avanzados

¿Qué ocurriría si fallan?

En caso de que las cámaras detectaran el espejismo como un obstáculo, activarían la frenada de emergencia o tratarían de desviar la trayectoria del vehículo a fin de evitarlo, pudiendo provocar un accidente grave en carretera. Para que no ocurra este fatal desenlace, se realizan los entrenamientos en condiciones reales que hemos comentado anteriormente.

¿Y en conducción autónoma?

Muchos modelos en el mercado ofrecen niveles avanzados de conducción autónoma que te permiten incluso apartar las manos del volante sin comprometer la seguridad -a partir del Nivel 3-. Algunos sistemas de conducción autónoma son el Autopilot de Tesla, el BlueCruise de Ford o el Drive Pilot de Mercedes.

Estos sistemas más avanzados son capaces de detectar un charco y evaluar la posibilidad de alertar al conductor para que se ponga a los mandos del coche. El análisis de los sistemas de conducción autónoma a partir del Nivel 3 es más profundo y contrasta con otros datos como los patrones de reflejo respecto al ángulo de visión.

Estos sensores son capaces de distinguir un espejismo de, por ejemplo, un charco a través de sus cámaras. Un espejismo refleja el cielo mientras los charcos reflejan muchos más detalles como los objetos cercanos.

También entra en juego información sobre el contexto en el entorno. Otro ejemplo, un conjunto de elementos de conducción autónoma comprueba cómo reaccionan otros vehículos al acercarse a la zona, si lo esquivan, si hay salpicaduras…Así, el sistema calcula mediante algoritmos las probabilidades de que sea uno u otro elemento y actúa en consecuencia. Asombroso ¿verdad?