El objetivo es hacer una versión definitiva de este coche para mediados de esta década para facilitar la creación de un asentamiento lunar.
Toyota y JAXA, la Agencia de Exploración Espacial de Japón, llevan desde 2019 colaborando en la creación de un vehículo presurizado para ser conducido lejos de nuestra atmósfera. Pero a esa colaboración le faltaba un nombre, que será Lunar Cruiser.
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Desde luego, el nombre nos es familiar. Toyota precisamente tiene un coche de nomeclatura similar: el Toyota Land Cruiser. Precisamente en honor a él, cuyas principales virtudes son la durabilidad, la calidad y la fiabilidad, se ha decidido llamarlo de esta manera.
El Lunar Cruiser estará alimentado por hidrógeno, tal y como se decidió en 2019 durante el comienzo de esta colaboración y estará diseñado para ser tripulado. La idea no es un mero prototipo: hay intenciones reales de tener una versión final para finales de 2025.
Eso sí, no es fácil. El habitáculo va presurizado y se adapta a las condiciones de la Luna. Además, es necesaria una potencia específica y capacidad para disipar el calor durante el uso y conducción del vehículo. Para elaborar esto al detalle, se están utilizando modelos a escala real y la realidad virtual.
El objetivo de esta tarea es facilitar una futura base humana en la superficie de la Luna, que necesitará trasladarse de un punto a otro. Y para conseguir una sociedad así, este Lunar Cruiser es fundamental, además de permitir explorar diferentes partes aún desconocidas del satélite.
Esta sociedad lunar ya cuenta con muchos colaboradores para su desarrollo: más de 100 empresas están trabajando en ello junto a Toyota y JAXA.