La segunda generación del Skoda Scout verá la luz en el próximo Salón de Ginebra. De nuevo toma como punto de partida la carrocería familiar del Skoda Octavia, a la que suma unos cuantos adornos off-road y eleva un poco su altura.
En los parachoques delanteros y traseros, el Skoda Scout incorpora unas partes en color negro así como detalles plateados. En el frontal se han agrandado las tomas de aire y se han colocado unos faros antinieblas especiales. También aparecen piezas negras en la parte baja de las puertas y en las molduras de protección de los pasos de rueda.
Respecto a la versión familiar, el Skoda Scout aumenta la distancia al suelo en 33 milímetros. De esta manera aumentan los ángulos de ataque y salida respecto a la generación anterior. Además, se le han montado unas llantas de 17 pulgadas.
El Skoda Scout dispondrá de la última tecnología en tracción total. Ésta tiene un embrague tipo Haldex de 5ª generación que aumenta la tracción en un 25% hasta un máximo de dos toneladas.
Por último, Skoda ha anunciado que el Skoda Scout dispondrá de dos motores diésel y uno de gasolina, que según la marca, serán un 20% más económicos que los de la generación anterior.