Las lunas de los coches pueden sufrir bastante debido al frío o la lluvia, de ahí que con el paso de los años, hayan aparecido nuevas tecnologías para evitar pérdidas de visibilidad.

El invierno y sus duras temperaturas hacen que puedan existir problemas relacionados con las lunas. Debido a ello, los fabricantes de parabrisas han reforzado mediante distintas tecnologías los materiales que conforman el cristal con el objetivo de hacerlos menos inmunes al frío, la humedad o la nieve.
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La primera de ellas se llama VisioBlade, una tecnología instalada en el Lincoln Aviator de 2020 y que probablemente veremos en varios modelos europeos durante los próximos años. Se trata de unas escobillas que se pueden calentar hasta a 30ºC, de modo que sea posible descongelar un parabrisas en cuatro minutos.

Por otro lado, existe la tecnología Quick Clear, un sistema de Ford que imita el funcionamiento de la luneta térmica trasera, pero delante. En esta ocasión, la marca norteamericana apuesta por unos filamentos ultrafinos que no reducen la visibilidad. Se calientan en cuestión de segundos para eliminar el hielo de cristal.
Sistema de preclimatización, ideal para que el coche esté a una temperatura ideal antes de subirnos. Esto no solo es útil para las personas, también para las lunas, ya que la climatización interior permite eliminar el hielo sobre los cristales.

Para evitar que los cristales se empañen, Ford ha creado otro sistema muy interesante, una especie de Estación Meteorológica para el parabrisas. Esta interpreta la humedad o la temperatura del aire para ajustar el aire acondicionado. Este sistema también permite reducir los consumos, especialmente en coches eléctricos, gracias a un uso más inteligente de la climatización.
Otro sistema son los limpiaparabrisas automáticos, que llevan años entre nosotros, aunque los ideales son aquellos que adaptan su ritmo de actuación a la cantidad y tamaño de las gotas. Por último, existen tratamientos contra la lluvia o nieve que provocan que el agua coja forma de perlas para que escurrra rápidamente. Esto dificulta además que el hielo o la nieve se adhieran a la luna.