Decimos adiós al verano y llegan las primeras lluvias, ¿tienes tu coche a punto para evitar los sustos en esta época del año?

Parece que al fin este caluroso verano da una tregua y comienzan a aparecer las primeras lluvias del otoño que tanto necesitábamos. Pero esto trae consigo algunos problemas a la hora de conducir. En primer lugar la visibilidad se reduce y, en segundo, hay que recordar que la adherencia de los neumáticos sobre el asfalto será menor. Por ese motivo te traemos una serie de consejos para que viajes sin problema con tu coche.
Artículos relacionados
La lluvia y la suciedad pueden hacer que no funcionen las sistemas ADAS de tu coche
Desmentimos falsos mitos peligrosos sobre las presiones de los neumáticos
Ya hemos mencionado los dos problemas más graves, por lo que habrá que prestar una atención especial a los cristales y limpiaparabrisas y no olvidarse del tema neumáticos. Tener todos estos elementos en buenas condiciones nos ayudarán a reducir al mínimo las posibilidades de tener un susto con nuestro coche. Eso y conducir con prudencia.

Los cristales del coche nos permiten ver todo lo que hay fuera, por esa razón es importante mantenerlos limpios. Elimina toda la suciedad tanto exterior como interior, así como la grasa que en ellos se puede acumular. Si lo haces, conseguirás que tarden más en empañarse y por lo tanto la visibilidad mejorará, sobre todo en los meses más fríos y en los días en los que nos visiten las lluvias.
Los limpiaparabrisas también hay que mantenerlos en buenas condiciones. Ya no solo hablamos de cambiarlos cuando las escobillas estén gastadas o sucias, también hay que rellenar el depósito del del líquido del limpia, para que en caso de necesitarlo pueda hacerse de la manera correcta. Para esto se venden productos especializados, pero si quieres utilizar un truco casero, un buen jabón y un poco de agua harán una función similar.

Para eliminar la suciedad del interior, lo recomendable es utilizar un producto para limpiar los cristales y un paño de microfibra. Si no tienes estos trapos, el papel de periódico también sirve, y los deja bastante bien. Además, no raya los cristales. Como opcional, puedes utilizar un repelente de agua. Este tipo de productos son muy útiles, ya que ayudarán a que las gotas se deslicen sobre la superficie del cristal cuando circulas a cierta velocidad.
En cuanto a los neumáticos, hay que tener un cuidado especial con la profundidad que tiene el dibujo. Esto es muy importante para que se realice una correcta evacuación del agua que nos encontramos en la carretera y así evitar las posibilidades de que nuestro coche realice el temido aquaplaning. La norma dice que este dibujo debe tener como mínimo una profundidad de 1,6 milímetros y para comprobarlo puedes utilizar los testigos que tiene la rueda o también el cando de una moneda de dos euros (si el borde queda totalmente cubierto significa que tiene la profundidad adecuada).

También hay que prestar atención a la presión que tienen los neumáticos, pero esto no solo cuando aparecen las lluvias, debes revisarla de forma periódica. Que estén mal hinchados puede provocar un desgaste excesivo y eso, en muchas ocasiones, conduce a un reventón de la rueda y puede llegar a provocar un accidente. Hay que tener en cuenta que los coches más modernos traen sensores que avisan cuando la presión no es correcta, pero de todas maneras, y como ya os hemos dicho, una revisión de la presión al mes te puede quitar muchos dolores de cabeza.
Te puede interesar
Radares, cámaras,... Así es la tecnología que te protege de accidentes
Detectar hielo en la carretera o ver a través de la niebla: los coches avanzan sin parar
Los coches nos vigilan: ¿qué son y para qué sirven los sistemas dms?