Con la guerra de precios existente en las compañías de viajes, muchos usuarios optan por pasar sus vacaciones de Semana Santa en lugares lejanos a su residencia habitual. Además, se une la posibilidad de visitar varios sitios en un mismo viaje, donde el coche de alquiler se convierte en el gran protagonista.
Al igual que pasa con los paquetes vacacionales, se puede ahorrar en el alquiler de coches contratando los servicios con antelación y gracias al auge de las páginas de descuentos, conseguir un cupón para ahorrarte unos euros.
Una vez escogida la empresa de alquiler, queda saber el coche a elegir. Aquí la clave es saber que se necesita en cada momento. Si viajas con la familia deberás buscar un monovolumen o si te apartas en la montaña en una casa rural podrías optar por un crossover. Por último queda la opción de un descapotable para disfrutar de la brisa del mar o un coche de lujo para darte un capricho.
Si tu viaje dispone de varios alojamientos, es importante preguntar en la compañía si permiten movilidad en sus coches. Así, podrás coger el vehículo en un lugar y dejarlo en otro distinto diferente sin coste alguno.
Si ya tienes empresa y coche, toca mirar las cláusulas del contrato antes de firmar. Para empezar deberás elegir el seguro aplicado al coche. Probablemente te compensará escoger uno más barato para periodos cortos, de un día por ejemplo, porque el riesgo de percance es mucho menor.
También deberás tener en cuenta la gestión del combustible. Algunas empresas entregan el vehículo con el depósito lleno y cobran todo el combustible, pudiéndolo dejar vacío o con la gasolina que se quiera. Otras, por el contrario, lo entregan lleno y lo exigen entregar en el mismo estado.
Una vez que ya puedas disfrutar del coche, recuerda que cualquier percance lo deberás notificar a la empresa del alquiler. Así, si por ejemplo se te avería el aire acondicionado te cambiarán el coche inmediatamente para que puedas seguir disfrutando de tus vacaciones.