Mi suegro recurre siempre que puede al punto muerto, porque dice que así el coche consume menos. Selecciona el punto muerto no sólo mucho antes de llegar a un semáforo en rojo, también en las cuestas abajo. Yo argumento que lo que se ahorre en combustible lo gastará en frenos. ¿Quién está en lo cierto?
( Málaga )¿La explicación? Pues que sin insertar ninguna marcha el motor consume combustible para poder mantenerse en funcionamiento —aunque sea una pequeña cantidad—, mientras que al levantar el pie del acelerador con una macha metida es la propia transmisión la que mueve el motor, y la centralita puede cortar la inyección de combustible mientras no se acelere.
En una cuesta abajo, por tanto, lo ideal para gastar poco es aprovechar la inercia del vehículo, pero siempre con una marcha seleccionada. ¿Cuál? Pues en teoría la más larga, y en la práctica, la que permita contar con la suficiente retención como para que el coche no se “embale” y tener que ir recurriendo constantemente a los frenos.
Si has comprendido lo anterior seguro que ya habrás concluido que seleccionar punto muerto metros antes de llegar a un semáforo en rojo y detener el coche a base de frenos sin utilizar la retención del motor es, por decirlo de forma coloquial, una auténtica tontería. No ahorras combustible y reduces la vida de las pastillas de freno.
Hola Gerar, Aitor... Efectivamente, hay que buscar el "equilibrio". En punto muerto el coche consume, pero avanza por inercia con más facilidad. Con la marcha más larga engradada el consumo es cero al levantar el pie, pero el coche se "frena" antes. Por eso ahora muchos coches modernos con cajas de cambio automáticas de última generación tienen la función de "navegación a vela" o marcha por inercia, que desconecta el cambio del motor. Pero aquí el coche juega con ventaja: la centralita electrónica se encarga de decidir cómo y cuando hacerlo, en base a multitud de parámetros.