La eficiencia, la velocidad y el confort dependen, en muchos casos, de cómo el viento ejerce su fuerza sobre un coche. De ahí que el estudio del túnel de viento sea fundamental en los coches actuales.
El túnel de viento es una de las instalaciones más importantes a la hora de desarrollar nuevos modelos. En él, se prueba la aerodinámica, un elemento clave para hacer coches más eficientes, cómodos y seguros. Porque cómo actúa el viento en torno al coche es clave para reproducir cómo se comporta en un entorno real.
Reducir la resistencia del coche al viento es casi una obsesión para las marcas. Y más para coches de competición, como este Cupra León Competición. Pero, ¿sabéis cómo funciona esta herramienta? Te lo explicamos.
En el centro de un circuito cerrado se sitúa el coche. Ahí, se activan unos ventiladores capaces de desplegar vientos de hasta 300 km/h. Los sensores, durante la prueba, estudian como actúa sobre las distintas superficies del vehículo para después estudiar diferentes mejoras. Estos ventiladores cuentan con un rotor de cinco metros de diámetro y veinte aspas cada uno. Según Stefan Auri, ingeniero del túnel de viento en Cupra, “nadie puede estar dentro del recinto, ya que, literalmente, saldría volando”.
Hay diferentes túneles de viento, pero Cupra presume de tener el más moderno, ya que el automóvil se comporta como si las condiciones fueran reales. El coche está parado, pero es posible girar las ruedas gracias a unos motores eléctricos que mueven unas cintas bajo el coche. ¿El resultado? Ver cómo se comporta el vehículo en recta y curva a velocidades de 235 km/h.
Estas velocidades no son para la autovía, pero sí para los circuitos de carreras. Y el test permite comparar los resultados con cada prototipo que se planta frente al túnel de viento. Lo más destacable es que estos avances son aplicados, después, en mejorar los modelos de producción de Cupra.
La precisión de los medidores es máxima: los datos se ofrecen en varios ordenadores, donde los ingenieros interpretan cientos de números para conseguir la mínima variable que permita mejorar la aerodinámica. Cada mejora supone más estabilidad y un mejor consumo, así que no hablamos de un asunto menor.
Así que ya sabéis un poco más sobre el laborioso trabajo de los ingenieros a la hora de desarrollar un coche, ya sea de calle o de competición. Porque cuando llegas al concesionario, cada pieza del coche que admiras ha sido diseñada con mimo para que obtengas las mejores sensaciones en carretera.