No quiero ser cruel, pero iba a la rueda de prensa de Bentley en el Salón del automóvil de Ginebra con mucha curiosidad… y ganas de ver de qué era capaz Bentley, que había anunciado la presentación de un SUV. No era el único: tuve que defender mi posición de privilegio a codazos entre multitud de colegas periodistas dispuestos a ser los primeros en “cazarlo”, pero la sensación que sentí cuando vi aparecer al Bentley EXP 9 F entre los focos y el humo fue la misma que –mira que hace años ya, y me acuerdo como si fuera ayer– cuando le quitaron la lona al primer Fiat Multipla en una presentación en la que nos mostraron el original monovolumen en primicia a unos cuantos periodistas para que diéramos nuestra opinión.
Ni que decir tiene que de nada sirvieron nuestras “aportaciones” a los diseñadores de Fiat. Pero por si alguien que mande mucho en Bentley llega a leer estas líneas, mi humilde recomendación sería que se quede en “concept-car”, y empiecen desde cero…
Y es que las fotos no le hacen justicia. En vivo y en directo es todavía más… ¿desproporcionado? No, esa no es la palabra. FEO. Con mayúsculas, y más viniendo de Bentley, paradigma de la elegancia y el buen gusto. Vamos, que no me extrañaría que si buscas la definición de la palabra “Feo” en la Wikipedia, salga una foto de este Bentley de nombre inspirado en los androides de La Guerra de las Galaxias. Por cierto, Dirk van Braeckel se llama el director de diseño de la marca, por si le quieres hacer un seguimiento en el futuro…
No vamos a hacer más sangre. Sobre gustos no hay nada escrito, dicen, pero os invito a dejar vuestro comentarios. Ahí están las fotos, y aquí puedes verlo en un vídeo en su entrada en escena en la presentación en el Salón de Ginebra.
Vídeo del SUV Bentley EXP 9 F en el Salón de Ginebra
Lo que está claro es que Bentley se ha decidido entrar en el segmento de los grandes SUV de lujo, y el EXP 9 F apunta la estrategia, independientemente de cuál sea el diseño final elegido: por la puerta grande.

El motor del prototipo es el W12 de 6 litros con doble turbocompresor que la marca ya utiliza en el Bentley Continental o en el Flying Spur, pero con 610 CV. Lleva, cómo no, tracción total, y una cámara en los bajos para mostrar imágenes de los caminos y los posibles baches, para no dañar las espectaculares llantas, que son nada menos que de 23 pulgadas.

Y en el interior –aquí no pienso decir ni una palabra en cuanto al diseño– se respira el refinamiento y el lujo de los acabados de Bentley incluso viendo las fotos: alfombrillas de seda, piel en los asientos como la utilizada en las sillas de montar, enfriador de botellas de champange, e incluso maletero con kit para el picnic, incluyendo mesa, cestas a medida montadas sobre rieles y hasta un toldo que se extiende sobre el portón del maletero. Porque será poco agraciado estéticamente, pero es un autentico Bentley hasta en el más mínimo detalle.
pero por dios maten al diseñador de esto si parece un TATA, hacia mucho tiempo que no veia un coche tan sumamente feo yo no lo quiero en mi gareje ni regalado
Sobre gustos no hay nada escrito, y que cada uno opine lo que quiera, pero a mi si me gusta. Otra cosa es que quizás yo pueda preferir otro modelo de SUV, pero este no me disgusta... y si me lo regalan, yo si lo quisiera en mi garaje.
El padre de la criatura, Dick van Braeckel, ha sido también el responsable del primer prototipo del Audi A8, la primera generación del A3, el Skoda Octavia de 1996, Fabia de 1999 y Superb de 2001, así como de todos los Bentley actuales. Supongo que un día malo puede tenerlo cualquiera, aunque por casi 240.000 euros creo que me quedo con el nuevo URUS de Lamborghini...