En el Círculo Polar Ártico, el Cupra Born ha probado diferentes partes del coche con el objetivo de ofrecer el mejor producto posible cuando este salga al mercado.
Probar un coche eléctrico en temperaturas de extremo frío es fundamental para conocer cómo se comporta la batería del coche en estas condiciones. Por lo general, estas tienden a perder capacidad debido al frío, de ahí lo de probar y optimizar el sistema de almacenaje de energía en zonas como el Círculo Polar Ártico, a -30º. Esto es lo que ha hecho el Cupra Born, que ha rodado sobre un circuito helado.
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Cupra ha sometido al Born a más de 1.000 test bajo estas temperaturas gélidas, con hasta 30.000 kilómetros recorridos durante el día y la noche. El objetivo de la firma es ofrecer el mejor rendimiento sin importar la condición.

Por otro lado, se ha comprobado hasta qué punto el Cupra Born es un coche dinámico, algo fundamental para diferenciarse de su hermano alemán, el Volkswagen ID.3. Ahí se ha comprobado la firmeza de la amortiguación o el Control Dinámico de Chasis.
La frenada ha sido otro de los puntos a analizar y para ello, nada mejor que la nieve, el hielo y el asfalto para comprobar cómo se comporta sobre diferentes superficies. Para esto, Cupra ha instalado sensores en las cuatro ruedas para no perderse un solo detalles de lo que sucede en el Cupra Born.

Cómo no, Cupra ha llevado al límite el sistema de climatización. Según la firma, es instantánea incluso bajo estas condiciones. El objetivo de conseguir un sistema silencioso se ha conseguido, así como hacerlo muy eficiente para conservar al máximo el nivel de la batería.
Todo ello para presentar el Cupra Born con todas las garantías a principios de mayo. Un coche eléctrico que pretende revolucionar la movilidad eléctrica a través de la pasión.
