A finales del pasado año se presentaba en el Salón de Tokio el prototipo Nissan BladeGlider, un estudio sobre ruedas de un deportivo que busca desafiar todas las leyes establecidas en este tipo de coches tanto en comportamiento, como en frenada o distribución de pesos.
Basado en el coche de competición Nissan ZEOD RC que participará en la próxima edición de las 24 Horas de Le Mans, dispone de una estructura de vía estrecha con una parte delantera mucho menos ancha que la trasera, como si de un ala delta se tratara.
Gracias a este tipo de construcción, el Nissan BladeGlider tiene una salida muy rápida desde parado y en las aceleraciones durante su conducción. Este comportamiento se debe a que los neumáticos traseros (285/35) son más anchos que los delanteros (100/80), provocando una mayor tracción atrás y un menor deslizamiento.
También, gracias a la anchura de la vía trasera se han podido colocar casi todos los elementos pesados (el 70% del total) que tiene el Nissan BladeGlider como los dos motores, las baterías y el habitáculo ya que los pasajeros se sientan sobre el eje posterior.
La resistencia al aire es muy baja por los pequeños neumáticos delanteros, que al tener este tamaño, al igual que otros componentes que los acompañan, han provocado una bajada del peso total del Nissan BladeGlider.
Comportamiento del Nissan BladeGlider
La composición del eje delantero del Nissan BladeGlider provoca un giro en curvas muy agil ya que solo soporta el 30% del peso total. El beneficio conseguido se nota en el nivel de esfuerzo, como en el tacto y la precisión al volante.
Además, al ser una vía estrecha las transferencias laterales del peso en curvas es mínimo. En coches con vías delanteras anchas provocan que sólo uno de los neumáticos, el exterior, gire, mientras que el Nissan BladeGlider trabajan ambas ruedas por igual.
Más allá de todas las virtudes que ofrece este eje estrecho, en la parte de atrás se ha colocado un sistema de vectorización de par (como si fuera un diferencial de deslizamiento limitado) que puede programar a los dos motores para que ayuden a colocar mejor el morro.
Los frenos también colaboran a mejorar el comportamiento del Nissan BladeGlider. Al ser más grandes y potentes los traseros (al contrario que los deportivos normales) aumentan su eficiencia en frenadas a alta velocidad, algo a lo que también ayudan sus grandes neumáticos.
Por último queda lo que en Nissan denominan “factor X”. El conductor al ir sentado sobre el eje trasero recibe antes las posibles pérdidas de agarre del coche a través del chasis pudiendo corregir la trayectoria con más antelación.
Cabe señalar que desde Nissan informan que el BladeGlider no necesitará tantos cambios de neumáticos al realizar un trabajo casi idéntico los delanteros y los traseros, sobre todo cuando se utilicen para una conducción exigente y deportiva.