Es un prototipo basado en el Spaceback creado en la Academia de Skoda. Destaca por su contraste de colores entre el negro y el rojo, para remarcar su deportividad.

Ya se está convirtiendo en toda una tradición que la Academia de Skoda nos presente un coche por año. Si el primero fue el Citijet, descapotable a partir del Skoda Citigo, el segundo le tocó el turno al FUNstar, un pick-up sobre la base del Skoda Fabia, esta vez la creación se ha denominado Atero o como convertir un Skoda Spaceback coupé.
Un total de 26 estudiantes participaron en un proyecto que comenzó a finales del 2015. Estuvieron apoyados por instructores y personal de los departamentos de desarrollo técnico, diseño y producción. Tras más de 1.700 horas de trabajo, se finalizó el Skoda Atero.

El prototipo tiene una longitud de 4,3 m, el mismo tamaño que un Skoda Spaceback, pero con dos puertas. Se le han movido los pilares B más atrás y se ha diseñado un ángulo más agudo en el pilar C que ha provocado un cambio en el portón trasero. También se ha modificado el techo, con más caída, y el borde de las ventanas traseras señalan ahora hacia arriba.
Pero las modificaciones no se acabaron ahí. El capó cuenta con unas entradas de aire especiales, las puertas se han ampliado, se ha colocado un alerón, se han modificado las luces traseras y en las delanteras se han montado LED con retroiluminación en color rojo. Por último, se le han cogido las salidas de escape y las llantas “Turini” del Skoda Octavia RS.

Para la decoración se ha utilizado una pintura “Black Magic”, que contrasta con el “Corrida Red” (nombre curioso) de la parrilla, los retrovisores, los bajos de los parachoques y el alerón. Para el interior, se han utilizado bombillas LED rojas y se ha colocado un sistema de sonido con 14 altavoces, entre los que destaca el subwoofer de 400 vatios.
El motor elegido para el Skoda Atero es el 1.4 TSI de 125 CV, unido a la caja de cambios DSG de siete velocidades.