Pues aunque estás hablando de todo un "veterano", la verdad es que puede ser una opción válida. El Córdoba de esa época, con el motor 1.4 de 60 CV, no es lo que se dice un prodigio en prestaciones, tendrás que conducirlo haciendo uso del cambio de marchas si quieres que responda bien. Pero es un motor sencillo, fiable y con un mantenimiento reducido. Los consumos, aunque se trataba de un coche ligero, no esperes milagros: piensa en medias de entre 7 y 8 l/100 km (como poco) y no te sorprenderás.