
La próxima evolución del Honda CR-V, los pequeños cambios hacen que no llegue a considerarse nueva generación, introducirá por primera vez en Europa el sistema de control de crucero adaptativo inteligente (i-ACC) que es capaz de detectar si un coche pasará a nuestro carril sin respetar la distancia de seguridad.
El sistema i-ACC utiliza una cámara y un radar para detectar los posibles "invasores" de nuestro carril. Con la información almacenada, aplica un algoritmo para calcular la probabilidad de que los coches que circulan a nuestro lado pasen a nuestro carril. Esta fórmula ha sido obtenida analizando el comportamiento de los conductores europeos en diferentes pruebas.Cuando el i-ACC detecta un coche, muestra un icono en el panel de instrumentos y reduce la velocidad para conseguir, de nuevo, la distancia de seguridad con el coche que se acaba de poner delante de nosotros. El sistema es capaz de predecir cinco segundos antes la maniobra, frenando tan suavemente el coche que quizás el conductor ni se entere.
Otra de las particularidad del i-ACC es que diferencia en qué lado del vehículo en encuentra el coche que va a moverse a nuestro carril y en caso de carreteras con varios carriles, diferencia a cuál hay que prestar más atención.
Este sistema se combinará con el control de crucero adaptativo (ACC), que mantenía una velocidad que reduce en caso de encontrar un coche en nuestro mismo carril que circula más lento.