En pocos días, las temperaturas subirán considerablemente y tendremos que tener nuestro coche preparado para ello. Aquí te contamos las claves.
Igual que preparamos nuestro coche para la llegada del invierno (aquí puedes consultar unos trucos de mantenimiento) debemos de hacerlo de la misma manera ahora que empiezan a subir las temperaturas. El objetivo es claro, conducir de la forma más cómoda y segura en los meses veraniegos.
Uno de los aspectos importantes a revisar es el sistema de aire acondicionado. Al no usarlo durante el invierno es probable que cuando lo vayas a utilizar se estropee. Por ello es recomendable revisar su estado y recárgalo si fuera necesario.
Con el fin de utilizar lo menos posible el aire acondicionado, no olvides echar dentro del coche un buen parasol. Su colocación puede hacer que la temperatura disminuya hasta 10 grados en el interior. Además evitaremos quemarnos con el volante o los asientos.
Centrándonos ya en el propio coche, también es importante que se mantenga bien refrigerado al igual que haces tú con el aire acondicionado. Es bueno controlar el sistema de refrigeración del motor (radiador, manguitos…) para comprobar que no existen fugas del líquido. Éste es recomendable comprobar su nivel a lo largo de todo el verano.
En cuanto a los neumáticos, no hay que rellenarlos con una presión específica lo único que deberás tener en cuenta que si ruedas con ellos desinflados durante muchas horas, cargado y con una buena solana podrías llegar a reventarlos.
Por último quedaría resaltar consejos para el propio conductor. Es muy recomendable tener líquido dentro del coche como agua o refrescos para poder hidratarte. Así aguantaremos mejor el calor y evitaremos la fatiga. A esto hay que añadir una ropa cómoda y ligera (ojo nada de chancletas) y unas buenas gafas de sol.
