¿Habrá un revival del Citroen 2CV?

Inés, los primeros afortunados clientes a los que Citroën consintió en vender su 2CV en 1949 eran curas, médicos y veterinarios de la Francia rural. Más aun, el pliego de cargos del 2CV especificaba que se trataba de fabricar el coche “más sencillo posible, 4 ruedas bajo un paragüas, capaz de transportar un cesto de huevos sin romperlos”.



Pero al 2CV le pasó como al pantalón vaquero, concebido para rudos currantes, y en cambio acabó en las piernas de elegantes pijos de ciudad.

Y así es que hoy el rural 2CV nos suena a mayo del 68 cuando por sus dimensiones, dirección recia y escasa visibilidad lo último que pretendía era ser un coche ciudadano con aires contestatarios.

En cuanto a revivir el 2CV, he de decir que en cierto modo su fisonomía, que no su filosofía, estaba presente en el C 3. Un revival más ajustado me parecía perfecto por el capital de simpatía y de utilidad que el 2CV representaba. Ahora bien, un revival implica la impotencia de crear algo tan carismático como un 2CV.

Foto principal por Tine Steiss.