Los efectos de cargar el coche en el consumo de combustible

Repasamos los efectos de llevar el coche cargado para el consumo de combustible.

En el intrincado mundo de la eficiencia automovilística, cada aspecto cuenta, y la carga del coche no es una excepción. Vamos a desentrañar cómo ese simple acto de llenar el maletero puede tener un impacto tangible en el rendimiento y, en última instancia, en tu economía.

El peso en el asfalto: kilos por litros

Cuando hablamos de carga, no solo nos referimos al combustible, que tiene un peso importante, y, por desgracia, tampoco a la iniciativa de Suzuki con el banco de alimentos. También se incluyen esos objetos que transportamos "por si acaso" y, por supuesto, el peso de los pasajeros. Cada kilogramo adicional implica más esfuerzo del motor y, por ende, más combustible consumido. Se estima que cada 50 kilos adicionales el consumo de combustible aumenta un 1%. Ahora, si consideramos el número de pasajeros, el impacto se magnifica. En base a este 1% cada 50 kilos, viajar solo en comparación con llevar cuatro acompañantes adultos puede significar un aumento importante en el consumo.

La aerodinámica ahorra combustible

Elementos en el techo, como portaequipajes, generan resistencia aerodinámica. ¿La cifra? Un portaequipajes vacío puede reducir la eficiencia del combustible hasta en un 5%. Si ese mismo portaequipajes lleva carga, la resistencia puede incrementarse hasta un 20%. Así que pensar dos veces antes de montar una baca puede marcar la diferencia en el ahorro combustible. Y, sobre todo, si no la necesitas, no la lleves montada.

La presión de tus neumáticos: un punto clave

Neumáticos desinflados afectan directamente al consumo. Según estudios, mantener la presión correcta puede mejorar la eficiencia de combustible hasta en un 3%. Un pequeño gesto de revisar y ajustar la presión puede traducirse en más kilómetros por litro.

La técnica de conducción: ¿cómo afecta al consumo?

Aceleraciones bruscas y frenadas abruptas aumentan el consumo de combustible. Conducir a una velocidad constante de 90 km/h en lugar de 120 km/h puede mejorar la eficiencia en un 25%. La conducción suave y constante no solo es más segura, sino también más económica.

Cargar sabiamente para ahorrar

En resumen, cargar el coche va más allá de “meter cosas en él”. Cada elección, desde lo que llevas en el maletero hasta la presión de los neumáticos, influye en el consumo. Si consideramos estos datos y aplicamos cambios, podemos lograr ahorros significativos.