Disponible desde esta primavera, este paquete aumentará la potencia hasta los 450 CV. Además mejora la manejabilidad y la estética exterior e interior.
Como pasaba con la generación anterior, BMW ha sacado un Paquete de Competición para los BMW M3 y BMW M4. Gracias a este pack, los deportivos alemanes mejoran su manejabilidad, sus prestaciones y su equipamiento de serie.
Empezando por la primera, el Paquete de Competición incluye la suspensión adaptativa M. Cuenta con nuevos muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras, a lo que hay que sumar una reconfiguración de los modos “Comfort”, “Sport” y “Sport+”. Siguiendo con la manejabilidad, los BMW M3 y M4 equipados con este pack dispondrán del Diferencial M activo en el eje trasero y un Control dinámico de estabilidad (DSC) programado para una mayor deportividad.
En el apartado de las prestaciones se han mejorado gracias al aumento de 19 CV, que sube la potencia total hasta los 450 CV. Con esta subida los consumos del BMW M3 y BMW M4 Coupé se quedan entre 8,3 y 8,8 con unas emisiones entre 194 y 204 gr/km, mientras que la versión descapotable del BMW M4 se mueve en torno a los 8,8 litros y 207 gr/km de emisiones.
Otro aspecto en el que se nota la mejora es en la prueba del 0 a 100 km/h. Tanto si se equipan con la caja de cambios manual de seis velocidades como con la automática opcional de siete se han conseguido bajar una décima en todas las versiones. Como ejemplo, el BMW M3 pasa de 4,1 a 4,0 segundos.
Por último, en la parte estética se han añadido numerosos elementos de la gama M: asientos deportivos, cinturones de seguridad, llantas de aleación o el sistema de escape deportivo cromado en color negro. A esto hay que añadir el “Shadow Line” que pinta de negro brillante zonas como las tiras laterales de las ventanas, las molduras de las ventanillas, los marcos de los retrovisores, la parrilla, las branquias laterales y la insignia del modelo colocada en la parte trasera.
