Volvo ultima la puesta a punto de un sistema de recuperación de energía cinética mediante volante de inercia, con el que se anuncian reducciones de consumo de hasta un 25 por ciento.
Recuperar la energía cuando el vehículo se mueve por inercia o al frenar, para convertirla en energía utilizable, es algo que ya se hace en muchos automóviles con los alternadores inteligentes. También en los coches eléctricos, pues esa energía cinética se transforma en electricidad que se acumula en las baterías.
En Volvo trabajan con un sistema que lleva un volante de inercia acoplado al eje trasero del vehículo, capaz de girar hasta a 60.000 rpm, se recupera la energía en las fases de frenada o marcha por inercia –el motor de combustión se desconecta al levantar el pie del acelerador–, y esta energía se utiliza posteriormente para mover el vehículo a través de una transmisión especialmente diseñada. Aquí puedes ver un vídeo con un esquiema básico del funcionamiento.
Vídeo del sistema KERS de Volvo para reducir el consumo
El volante de inercia está realizado en fibra de carbono, tiene un diámetro de 20 centímetros, y un peso total de seis kilogramos. Con la energía almacenada en el volante de inercia se puede iniciar la marcha desde parado sin que el motor térmico gaste ni una gota de combustible, pero también puede hacer las veces de KERS, al estilo de un Fórmula 1, suministrando hasta 80 CV de potencia adicional cuando se acelera a fondo.