La imaginación no tiene límites… y para muestra, un botón. Uno de los tres concepts que acerca Toyota al Salón de Tokio a finales de este mes, es el “Kikai”. Se trata de un vehículo de tres asientos dispuestos en triángulo y “mecánica a la vista” que no dejará indiferente al público.

Las máquinas deben ser objetos de admiración, por ser el producto de la creatividad humana, la dedicación y el conocimiento. Y el Toyota Kikai, sin duda es un concept que hace hincapié en los atractivos fundamentales de las máquinas: su artesanía, su belleza, sencillez y su fascinante movimiento. Sin duda, sus formas impactan a primera vista e invitan a descubrir más. A algunos puede recordarles a los clásicos Hot Rods americanos de los años 30 y 40. Para los curiosos, “Kikai” en japonés significa “Oportunidad” (y es todo un acierto por parte de Toyota).

Normalmente la carrocería oculta la maquinaria en los vehículos, pero en el concept Kikai, se hace una exhibición clara de su belleza desde fuera. Así, el funcionamiento interno se convierte en parte del exterior. Además, el diseño está cuidado al detalle tanto en el exterior como en el interior (incluyendo el depósito de combustible, los tubos de escape, los medidores y los interruptores de estilo analógico). Se unen elementos de lo más futurista con otros más de tipo vintage, y el resultado es un diseño global “atemporal” y muy especial.

Otro de los detalles sorprendentes del Toyota Kikai, es que a los pies del conductor se abre una pequeña ventana para que, a lo largo del camino éste pueda ver parte de la estructura del coche, y parte de los movimientos de los neumáticos y la suspensión. Además, así se transmite directamente la sensación de velocidad a lo largo del camino. Pero no es la única excentricidad del Kikai. A través del parabrisas, se pueden ver también los movimientos del brazo superior de la suspensión. Esto proporciona una nueva sensación de conducción en la que la maquinaria que soporta las operaciones de aceleración, giro, y frenada en la conducción diaria, puede ser percibida directamente con los sentidos.

En cuanto a la colocación del asiento del conductor en posición central, ofrece una conexión más instintiva con el vehículo. El espacio óptimo entre los tres asientos de pasajeros obtenido por su diseño triangular, crea también un espacio de comunicación afín en la cabina. La ventana lateral llega hasta el techo, ofreciendo un pleno disfrute de los paisajes urbanos y extra urbanos por igual para los pasajeros.

Es difícil que este concept (o algo parecido a este concept) llegue a producción, al menos en un futuro cercano, pero a los amantes de la mecánica y de los automóviles que no hemos tenido la oportunidad de ver de cerca o conducir un "hot rod", nos despierta la esperanza de poder ver un aparato así en movimiento alguna vez. En general, el Kikai nos recuerda a la atracción de lo físico y táctil de la era digital que dejamos atrás.
