De toda la vasta historia de Alfa Romeo, desde los albores del siglo XX hasta el siglo XXI, sólo un modelo ha logrado eclipsar a todos sus hermanos en palmarés deportivo: el Giulia Sprint GTA de los años '60/70.

Ahora que Alfa Romeo relanza la gama Giulia, es el momento de recordar al más famoso de sus ancestros: el Alfa Romeo GTA. Fue la derivación más deportiva del precioso Sprint GT / GT Veloce: un coupé diseñado por Bertone sobre la plataforma acortada del Giulia TI. Era un 2+2 con maletero independiente y unas líneas impactantes, ligero y eficaz, dotado de la mecánica "Giulia" con el motor de 1.600 cc y propulsión trasera.
La necesidad de contar con un Turismo de Competición (la carrocería Bertone cumplía "por los pelos" con el mínimo reglamentario) llevó a Alfa Romeo a encargar a su departamento de competición, Autodelta, una versión que sirviera de base para ello.

Autodelta pone manos a la obra
Para aligerar la carrocería de acero, se empleó chapa más fina en algunas partes y un techo de aleación (aluminio-magnesio) que iba remachado al no poder ser soldado. El trabajo proseguía con ventanillas de plástico, carcasa de embrague, cárter y otros elementos mecánicos fundidos en magnesio y anchas llantas Campagnolo del mismo material.
La parte mecánica se reforzó con suspensiones con mejor geometría, frenos Dunlop, cambio de relación cerrada y, sobre todo, con el motor 1.600 dotado de culata con doble encendido (Marelli), carburadores Weber 45 y nuevos árboles de levas, que proporcionaban 115 CV de potencia y alcanzaban los 170 CV en la preparación de competición.

Nace el Giulia Sprint GTA
A este especial Giulia Sprint GT se le denominó "GTA" (GT "Alleggerita"), se produjeron los 500 ejemplares necesarios para la homologación FIA (exactamente 501) y fue presentado en 1965. El cliente podía elegir la terminación "stradale" (calle) o "corsa" (competición) antes de su entrega.
Estuvo disponible entre 1965 y 1969, pero su éxito fue tal en competiciones de Turismos (circuitos y rallyes) que pronto derivaron otras versiones aún más especiales. Por ejemplo, para ganar entre los coches de la Clase 1.300 cc, se lanzó el GTA Junior en 1968, equipado del mismo bloque, pero con un cigüeñal de carrera corta que limitaba la cilindrada.
Aún así, proporcionaba 110 CV, que eran nada menos que 165 (¡más de 100 cv/litro!) en las versiones de carreras con inyección de combustible. El GTAJ no tenía la carrocería aligerada, pero era el ganador indiscutible de su categoría.

La evolución: GTAm
La evolución del GTA en la segunda mitad de los años '60 vino de la mano de las nuevas versiones mejoradas de GT Veloce: primero, el 1750 GTV, que permitió llevar la cilindrada hasta el límite de 2 litros y luego el 2000 GTV.
En 1969, Autodelta lanzó el 1750 GTAm (Alleggerita Maggiorata), un Turismo Grupo 2 exclusivamente para competición. Ya no llevaba paneles de aleación, pero sí muchos elementos de aluminio o plástico, como puertas, capós o los anchos aletines tan característicos.
Gracias a la nueva cilindrada y a la inyección de combustible, el GTAm alcanzaba los 240 CV para 920 Kg. También disponía de anchísimas llantas Campagnolo, enormes frenos y suspensiones mejoradas, que no impedían que el coche levantase la rueda delantera en los grandes apoyos.
División 1: GTA junior
Como los nuevos BMW 3.0 CSL y Ford Capri V6, con mayor cilindrada y potencia, se convirtieron en los reyes del Europeo de Turismos en los '70, Alfa Romeo decidió ganarles arrasando entre las pequeñas cilindradas: la Clase 1.300 o D1.
Con el mismo impresionante aspecto del GTAm, compartiendo casi toda su mecánica menos el motor, el nuevo GTA Junior de 1970 fue invencible en su categoría hasta 1975, manteniendo el prestigio y los laureles para la marca de Arese.
Al final de su carrera deportiva de una década, el Giulia Sprint GTA había conquistado varias veces el Euroturismos, vencido en las 24 Horas de Francorchamps y ganado diversos Rallyes de notoriedad, convirtiéndose -hasta la actualidad- en el modelo más laureado de la marca italiana.