Algunos, como el Ford Ka, sí llegaron a producción y lograron una popularidad notable; otros, en cambio, nunca pasaron de la fase de prototipo.
Europa buscó durante años una solución real para la movilidad urbana asequible y polivalente. En los 90, el Renault Twingo dio con la fórmula perfecta… y todo apunta a que la historia puede repetirse con el nuevo Twingo E-Tech eléctrico. Pero no fue el único intento. Muchos fabricantes exploraron ideas parecidas, inspiradas en el Beskid 106, un prototipo polaco de mediados de los años 80 que nunca llegó a producción, pero dejó huella.
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1. BMW Z13 (1993)
Presentado en el Salón de Ginebra de 1993 como prototipo, el BMW Z13 apostaba por un concepto muy parecido: pequeño, práctico y sorprendentemente espacioso. Su interior tenía una configuración 1+2 plazas, similar a la del McLaren F1, y medía apenas 3,4 metros. Era ligero (830 kg gracias al chasis de aluminio) y curiosamente su motor procedía de una moto BMW K1100 (80 CV) con cambio CVT.
¿Por qué no llegó a las calles? Porque en 1994 BMW compró Rover y Mini, y el Mini Cooper pasó a ser la apuesta urbana de BMW.
2. Ford Ka (1996)
Un año antes del Twingo, Ford ya preparaba su alternativa. El Ford Ka, basado en el Fiesta, apostaba por un diseño igual de personal y reconocible, con pasos de rueda y paragolpes sin pintar, además de faros y pilotos tipo “gota”. No era tan monovolumen como el Twingo, pero ofrecía un interior bastante amplio para su tamaño.
Se fabricó desde 1996 (también en Almussafes, Valencia) y llegó a tener variantes muy carismáticas como el SportKa (hasta 95 CV) y el cabrio StreetKa.
3. BMW Z15 (1993)
BMW insistió una vez más. El BMW E1 (también llamado Z15) fue la continuación del Z13… y esta vez con motor eléctrico. Montaba un propulsor de 45 CV y prometía hasta 165 millas de autonomía utilizando baterías de sodio-níquel-cloruro. Su interior era minimalista -climatizador, cuero verde y poco más- y jamás se planteó para producción masiva.
Hubo que esperar hasta 2001 para que BMW volviera a tener un utilitario pequeño más “real”: el renacimiento del MINI.
4. Fiat Cinquecento (1991)
FIAT nunca ha abandonado el concepto de “coche urbano” y la historia lo demuestra. El 500 original motorizó a medio país en los 50 y 60, y el Panda hizo lo mismo en los 80. En 1991 llegó el Cinquecento, con una carrocería cuadrada y muy sencilla, fiel a la idea de coche barato, pequeño y práctico.
Su gama de motores abarcaba versiones entre 40 y 54 CV -esta última asociada al Cinquecento Sporting-. Una curiosidad: a diferencia del Twingo, el Cinquecento sí se vendió con volante a la derecha en Reino Unido. Su relevo llegó con el FIAT Seicento, comercializado hasta 2010, cuando el 500 moderno y el Panda ya habían vuelto al mercado.
5. Pininfarina Ethos 3 (1994)
Pininfarina no solo firma deportivos icónicos: también ha desarrollado prototipos propios muy interesantes. Uno fue el Ethos 3, presentado en 1994 como reinterpretación de coche urbano.
Medía 4 metros, pesaba sólo 780 kg gracias a una carrocería de aluminio y podía acoger hasta seis pasajeros (3 delante y 3 detrás, al estilo Multipla). Además incluía soluciones inusuales para la época, como un portón trasero de apertura dividida y un motor de tres cilindros muy eficiente.
6. Peugeot iON (1994)
No hablamos del eléctrico que Peugeot vendió en 2011, sino del primer iON, mostrado en París en 1994. Era 100% eléctrico, medía apenas 3,32 metros y sus puertas se abrían hacia adelante de forma automática.
Con 20 kW, baterías de níquel-cadmio y una autonomía declarada entre 110 y 150 km, para su época era una idea adelantada. Finalmente, el segmento A en Peugeot quedaría representado por los 106 y Saxo, que destacaron por fiabilidad y versiones deportivas bastante buscadas hoy.
7. Nissan Micra (1993)
La primera generación del Nissan Micra también se ganó su espacio propio por practicidad, sencillez y fiabilidad mecánica. Era algo más grande que el Twingo (3,69 metros de largo), pero su papel en los 90 como utilitario urbano fue igualmente relevante para el mercado europeo.
Su interior amplio y la buena reputación de sus motores le impulsaron más allá de las fronteras de Japón, algo nada sencillo cuando las marcas asiáticas todavía estaban intentando asentarse en el Viejo Continente. En España, el Micra tuvo una presencia notable y ayudó a consolidar la posición de Nissan en el mercado.
8. Volkswagen Chico (1991)
Antes del Lupo, Volkswagen tanteó la idea de tener “su propio Twingo”. El VW Chico, un prototipo de apenas 3,2 metros, combinaba un pequeño 2 cilindros de 34 CV con un motor eléctrico de 8 CV: híbrido antes de tiempo.
No llegó a producción, aunque parte de su idea resurgió años después con el Lupo. Y hay quien apunta que el nombre podría volver si Volkswagen decide bautizar así al futuro ID. Lupo derivado del Every1.
9. Opel Junior (1983)
A principios de los 80, Opel presentó el Junior, un prototipo que anticipaba un urbano polivalente con filosofía “mini monovolumen”, mucho antes de que la categoría existiera como tal. Medía 3,41 metros y ofrecía cuatro plazas reales, con un interior modular pensado para aprovechar cada centímetro.
Montaba un pequeño motor de gasolina pero lo realmente interesante estaba en el habitáculo: asientos ligeros, paneles desmontables, compartimentos móviles… casi una “caja de Lego” orientada a la ciudad. No llegó a producción, pero se adelantó algunos años a los primeros urbanos espaciosos que sí vieron su época dorada en los años 90.
10. El propio Twingo (desde 1975)
Antes de convertirse en un icono de los 90, el Twingo pasó por fases internas complejas. El prototipo W60 fue el paso previo a la versión final. Aún seguía las formas duras de finales de los 80, con faros rectangulares, pero ya anticipaba lo que sería su genética: monovolumen, tres puertas y máxima optimización del espacio.
El proyecto se llevó al extremo para contener costes: sin servodirección, soluciones simplificadas como el diseño del cableado. Se mantuvieron elementos peculiares como los faros “saltones”, una decisión explícita del jefe de diseño. El resultado definitivo llegó en 1992. Y el resto, como se suele decir, ya es historia.
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