En los años '50 había deportivos y descapotables para todos los gustos y bolsillos. Quienes no podían acceder a un Ferrari, un Maserati o un Alfa Romeo, podían recurrir a las "marcas blancas" como SIATA. Su modelo Daina tuvo gran éxito.

SIATA (Sociatá Italiana Auto Transformazioni Accessori) databa de 1926, pero tuvo su eclosión en el resurgir de los años '40, tras finalizar la Guerra Mundial. Basada en Turín, se convirtió en un "satélite" de FIAT, que -por aquel tiempo- no tenía problemas en suministrar motores, componentes y hasta autobastidores a otras marcas constructoras.
SIATA comenzó construyendo un pequeño deportivo basado en el "superventas" FIAT 500, el Amica, con su bicilíndrico potenciado y una agradable carrocería deportiva, descapotable o coupé. Nacido en 1948 sirvió para dar renombre a la marca, especialmente la versión "Pescara" que ganó el campeonato italiano -de lo que hoy serían- los rallyes.

SIATA Daina, un verdadero deportivo
Pero en 1950, SIATA apuntó más alto con su nuevo modelo, denominado Daina. La base sería el nuevo FIAT 1400, que suponía un buen punto de partida por economía y por tecnología. El 1400 era un automóvil de otra generación, con un moderno motor con válvulas en culata, una transmisión adecuada y otras sofisticaciones que no podían soñarse en modelos anteriores.
Aprovechando la mecánica del FIAT 1400, SIATA encargó dos carrocerías distintas a Stablimenti Farina. El carrocero presentó un cabriolet -el Sport- y un coupé -el Gran Sport- ambos de chapa de acero (salvo el techo del coupé) sobre la plataforma del 1400.
En el morro había cierta similitud con al Lancia Aurelia, sobre todo en los faros, pero los SIATA siempre tuvieron su propia personalidad.

Mecánica FIAT mejorada
El motor FIAT 1400 fue aumentado de cilindrada hasta 1500 cc y mejorado con carburadores Weber y colectores especiales, alcanzando los 65 CV. El SIATA Daina equipaba también su suspensión delantera independiente, su eje rígido trasero y frenos de tambor. También la caja de cambios de 4 velocidades, pero con la palanca en el suelo, en vez de en el volante.
El Daina tuvo un cierto éxito, para tratarse de un fabricante artesanal. Y eso a pesar de la quiebra de Farina, que obligó a pasar la producción al carrocero Bertone (que rediseñó el coupé) en 1953.

Mercado internacional
Algunas unidades cruzaron el atlántico con destino al sediento mercado norteamericano, donde fueron importados por Ernie McKafee... ¡y la mayoría acabaron con motores V8 bajo su capó!
Se calcula que no se fabricaron más de 50 unidades y -muy pocas- se conservan en la actualidad, lo que eleva sus precios ¡por encima de los 200.000 euros! El SIATA Daina ha pasado de "patito feo" a "cisne" en el nuevo siglo.

Hasta siete modelos diferentes
SIATA produjo en su época dorada otros modelos mucho más exitosos, como el famoso 208 S de 1953 (equipado con el motor 8V de FIAT), una "barchetta" deportiva que bien podía rivalizar -al menos en aspecto- con un Ferrari. Incluso Steve McQueen tuvo uno.
En España hubo una sucursal de SIATA en los años '60, produciendo interesantes variantes de derivados SEAT, como la "Formichetta" (600 comercial), el Turisa o el Ampurias.
La marca italiana sucumbió a la Crisis del Petróleo de 1973, aunque su tiempo ya había pasado cuando FIAT dejó de comercializar autobastidores y despiece de sus modelos. El último SIATA fue el Spring, un poco agraciado descapotable con mecánica de 850, que dejó de producirse en 1975.