Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en la primera conferencia sobre medio ambiente en Estocolmo hace exactamente 40 años.
( )Decálogo del conductor eficiente
- Mantener un ritmo constante
- Suavidad al acelerar
- Aprovechar las inercias
- Abusar de las marchas largas
- Rueda con el motor a bajos regímenes
- Para el motor en paradas prolongadas
- No fuerces cuando llegue una subida
- Anticípate para frenar poco
- No pongas punto muerto en las bajadas
- Los consumos nos son proporcionales a lo que pisemos el pedal del acelerador, van ligados al régimen de giro del motor.

Si aplicamos todo esto podremos comprobar cómo se reduce el consumo. Y es que, nuestra manera de conducir influye. Si somos cuidadosos y adoptamos éste sencillo decálogo, podemos reducir el consumo en torno a un 15 por ciento.
Hábitos constantes del conductor eficiente
Al arrancar debemos tener en cuenta que el coche está frío, por lo que va a consumir más que cuando vaya cogiendo temperatura. Por ello debemos evitar los acelerones. Si nuestro coche es gasolina nos pondremos enseguida en marcha. Si es diésel, es mejor esperar unos segundos.
En movimiento circularemos siempre en la marcha más larga posible. Con ellas el coche se mueve con menos esfuerzo. A más revoluciones, más consumos, aunque siempre se necesita un mínimo: la suavidad es un punto muy importante. A modo de ejemplo: en los coches gasolina es óptimo cambiar de marchas a las 2.400 rpm y en los diésel a las 2.000 rpm.

También es importantísima la anticipación. Si vemos que el semáforo está en rojo, dejaremos de acelerar al menos 100 metros antes e iremos pasando a marchas inferiores a unas 1.000 rpm. En el caso de incorporarnos a una vía rápida, debemos prever cuándo vamos a hacerlo para evitar el tener que frenar al final. Además ganaremos en seguridad, ya que hay que ir regulando la velocidad en el carril de aceleración para poder incorporarnos sin problemas.
La forma en que frenemos o reduzcamos una marcha es fundamental para ahorrar combustible. Si vamos cuesta arriba iremos con la marcha más larga posible y cambiaremos cuando comprobemos que necesitamos más potencia sin dejar que las revoluciones y la velocidad caigan demasiado. Si vamos cuesta abajo, dejaremos que el vehículo ruede sin acelerar pero, eso sí, JAMAS DEJES EL CAMBIO EN PUNTO MUERTO.
Al ralentí, NO.
Es uno de los falsos mitos de la conducción ecológica: dejar el coche en punto muerto y que vaya por inercia. Esta práctica, además de peligrosa, no es la más ahorrativa.

El consumo a ralentí es fijo, una cantidad que depende de lo programado por la gestión electrónica, y resulta más eficaz dejar cuesta abajo la marcha larga engranada sin acelerar. El consumo así es “cero”
Vigila la presión de los neumáticos
Circular con presiones más bajas de lo recomendado influye de manera muy determinante en el consumo del coche: Con menos presión hay más superficie de rodamiento en la carretera y, por tanto, el coche tiene más resistencia para moverse. Recuerda, es conveniente vigilar la presión de los neumáticos a menudo.