Mercedes es la única marca que ofrece vehículos híbridos enchufables diésel. Esto les hace destacar entre los conductores que necesitan mucha autonomía para largos viajes y las ventajas de la etiqueta Cero

Los motores diésel siempre han sido ideales para viajar por su bajo consumo y gran autonomía. Aunque muchos fabricantes los han abandonado, Mercedes les ha dado una segunda vida con versiones híbridas enchufables, uniendo eficiencia y etiqueta Cero.
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¿Cómo funciona?
Ya sea de gasolina o diésel, el funcionamiento del sistema híbrido enchufable es similar. El conductor puede elegir si es el combustible fósil o la energía eléctrica quien transmite la potencia a las ruedas a través de los modos de conducción. El coche también puede actuar automáticamente en función de las necesidades -aceleración, orografía del terreno, nivel de carga de la batería- eligiendo la más adecuada según cada situación.

Para mantener las baterías eléctricas, un híbrido enchufable siempre conserva un cierto porcentaje de carga. A diferencia de un híbrido convencional, las baterías pueden cargarse a través de una toma eléctrica externa. De esta forma, es posible conducir durante un trayecto determinado solamente utilizando energía eléctrica.
Además, al superar los 40 km de autonomía, pueden permitirse lucir en el parabrisas la etiqueta Cero, lo que abre la posibilidad de circular sin restricciones por las Zonas de Bajas Emisiones y aparcar en Zona SER de forma gratuita.
¿Por qué no hay más coches diésel híbridos enchufables?

La razón detrás de la ausencia de este tipo de motores es sencilla: su precio. Producir un propulsor diésel es mucho más costoso que fabricar un bloque de gasolina, además de ser un sistema más complejo. De hecho, entre ambos motores la única similitud real es su estructura básica: pistones, árbol de levas y lubricación por aceite. Su funcionamiento es muy distinto.
Clase rápida de mecánica: un motor de gasolina genera energía gracias a la combustión del combustible en el interior de los cilindros, mientras que un motor diésel aprovecha la energía generada por la compresión del aire. Por eso el motor de gasolina necesita bujías, y el diésel no. Además, esta es la razón que impide la compatibilidad del combustible diésel en un motor de gasolina, podrías “cargarte el motor”.

A la hora de crear sistemas híbridos enchufables, las marcas han optado por propulsores de gasolina por su menor coste y sencillez técnica. Además, el descenso del interés por el diésel en el mercado ha sido otro motivo por el que los fabricantes no se han animado a desarrollar más híbridos enchufables con este tipo de motores.
La gama al completo: Clase C y Clase E
El primer paso para adentrarse en los vehículos híbridos enchufables de Mercedes se da a través del Clase C. Esta berlina de tamaño medio se beneficia del propulsor híbrido enchufable que desarrolla 313 CV combinando la potencia del propulsor diésel de cuatro cilindros -197 CV- con la fuerza del motor eléctrico -129 CV-.

A un consumo de combustible muy reducido -solo 1,6 litros a los 100 km cuando la batería está completamente cargada- se suma una autonomía eléctrica elevada, de hasta 117 km. Se puede recargar a través de una toma de corriente contínua de 55 kW en 20 minutos -del 10 al 80%-. La versión con tracción trasera parte de 69.243 euros mientras que la variante 4MATIC de tracción total asciende hasta los 71.755 euros.
Si buscas una berlina de representación, la firma de la estrella ofrece el Clase E. Rozando los cinco metros de longitud, esta berlina equipa exactamente el mismo propulsor que el Clase C, con un consumo de combustible similar y manteniendo las opciones de tracción a las cuatro ruedas. En este caso, el Clase E con motor híbrido enchufable arranca en 70.145 euros -4MATIC desde 72.505 euros-.

Ambos están disponibles en versión sedán de cuatro puertas o Estate de cinco con portón trasero. Esta última goza de un maletero de mayor capacidad manteniendo la misma longitud tanto para el Clase C como para el Clase E.
Los SUV: GLC, GLE y Coupé
El Mercedes GLC se trata del SUV de tamaño medio superventas de la marca. Lo hemos podido probar en varias ocasiones y es uno de los referentes por confort y tecnología en el segmento premium. En su gama diésel PHEV desaparece el motor híbrido enchufable de tracción trasera, dando protagonismo total a la variante “300 de 4MATIC”.

Aunque el sistema funciona de la misma manera, Mercedes ha aumentado la potencia del motor eléctrico para sus modelos SUV. Ahora alcanzan los 333 CV, manteniendo una cifra de consumo de combustible homologada idéntica y aumentando la autonomía eléctrica por encima de los 120 km. El tiempo de espera para recargar del 10 al 80% asciende hasta los 29 minutos, pero, también lo hace la potencia de carga en CC, hasta 60 kW. Puedes encontrarlo nuevo desde 68.871 euros.

Si te interesa la etiqueta Cero en carrocerías más deportivas, el GLC se ofrece en variante Coupé con este mismo propulsor por 72.234 euros. De hecho, como indica la página del configurador de Mercedes, es el más vendido y el que cuenta con un menor consumo de combustible de toda la gama. Por último se ofrece el GLE de 350 4MATIC, un SUV de gran tamaño cuyo precio es de 99.700 euros. La versión coupé, el GLE Coupé, también está disponible con propulsor diésel y etiqueta Cero desde 110.352 euros.
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