El cambio climático es un problema que preocupa a todos los ciudadanos del mundo y en el Grupo Volkswagen así lo han entendido. En el pasado Salón del Automóvil de Ginebra, el grupo alemán anunció la decisión de reducir el consumo de combustible de toda su gama en un grado mayor del que se había planificado.
Para ello, el Grupo Volkswagen está manteniendo reuniones con representantes de Greenpace donde se han debatido como alcanzar en 2020 el objetivo de emisiones marcado por la legislación de la Unión Europea de 95 gramos de CO2 por kilómetro como promedio de toda la flota de vehículos.
El diálogo entre ambas partes ha sido constructivo y, algunas veces, conflictivo provocado por el cálculo del índice de contaminación de la marca. Greenpeace ha criticado los “supercréditos”, que permiten a los fabricantes computar varias veces los vehículos eléctricos e híbridos como modelos de bajas emisiones.