El 22 de febrero de 1993, el Rey Don Juan Carlos I descubría la placa conmemorativa de la inauguración de la planta de Seat en Martorell. Fue un día histórico para la industria española por su tecnología y sistema de trabajo innovadores.
Hasta entonces, la actividad de la compañía se había concentrado en sus instalaciones en la Zona Franca de Barcelona, donde nació en 1950 y fabricó su primer vehículo, el 1400, en el lejano 1953.
Los primeros modelos en salir de la línea de producción fueron la segunda generación del Ibiza y el Córdoba, a un ritmo de 1.500 unidades diarias en el mes de diciembre de ese mismo año. En estos 20 años, en Martorell se han producido casi 8 millones de automóviles de una gama de 32 modelos.
La gama la componen desde la primera generación del Toledo hasta el último León, pasando por el Inca, el Arosa, el Altea o el Exeo. Además, se han construido otros modelos del grupo Volkswagen como el Q3, el Polo y el Caddy.
En la Zona Franca de Barcelona, Seat mantiene una parte de las instalaciones para la fabricación de piezas estampadas de carrocería.
Los datos
La fábrica de Seat en Martorell es un competitivo y flexible complejo industrial de tres millones de metros cuadrados (el equivalente a 400 campos de fútbol) que se construyó en tan sólo 34 meses. La inversión requerida fue de 244.500 millones de pesetas de la época (hoy casi 1.500 millones de euros). Concebida desde su inicio para la implementación del sistema de producción just in time, completa el círculo logístico con dos líneas de ferrocarril internas. Una la usa para recibir suministros y la otra para transportar vehículos acabados, lo que supone dejar de emitir 2.600 toneladas de CO2 anuales (evitan la circulación de 57.000 camiones al año).
El complejo es el primer fabricante de vehículos de España, exporta más del 85% de la producción y emplea a 11.500 trabajadores en Martorell, lo que se traduce en un empleo inducido de 46.000 personas. El 60% de sus proveedores son españoles.
