El canal particular sale reforzado este mes con unas pérdidas del 11,9% y se estima que vuelva a tener números verdes una vez se aprueben las ayudas del Gobierno para la compra de coches.

Decir que las ventas de vehículos han bajado un 37% respecto al mes de junio del año pasado puede resultar una noticia negativa. Pero si la entrega de vehículos ha recuperado 17 puntos respecto al mes pasado (en mayo las pérdidas fueron del 54%), significa que España vuelve a recuperar poco a poco su ritmo habitual. Y eso es algo muy positivo para el sector del motor en concreto y un buen síntoma de que la economía española, donde el automóvil es clave para el bienestar del país.
Los números rojos persisten pero dan una concesión a la esperanza, al ver que se han vendido este mes 82.651 vehículos. Y eso que el Plan Renove del Gobierno sigue pendiente de figurar de forma oficial en el Boletín Oficial del Estado, así como el Plan MOVES II, lo que hace pensar que muchos futuribles compradores están a la espera de la instauración de estas ayudas para acudir al concesionario y cambiar su automóvil.
Las malas noticias no son tan malas si nos fijamos solo en el canal de particulares, donde el descenso reflejado respecto a junio de 2019 es de un 11,9%. De 50.403 coches vendidos a 44.694. La recuperación que se observa en este aspecto es evidente, además una importante noticia para las marcas, ya que este canal es el más rentable para ellas.

La “buena” cifra del canal de particulares contrasta con el batacazo, un mes más, de las alquiladoras, que han sufrido un descenso del 76% respecto al mes de junio de 2019. La caída del turismo, el cierre de fronteras y el miedo a viajar ha ocasionado que el mes pasado, que suele ser el mejor para este sector, acabe siendo todo lo contrario: ha pasado de 40.972 unidades vendidas a 9.843.
Las empresas por su parte han caído un 28,1%, siendo estas las que están a medio camino entre los particulares y las alquiladoras: 28.114 matriculaciones en junio de 2020 a 39.138 el pasado año. Estas cifras, dadas mes a mes por ANFAC, traen consigo una estimación de final de año, que fijan las pérdidas en un 45% respecto a 2020.