El Grupo Volkswagen tiene que tomar una decisión sobre donde ubicar su planta de baterías, pero Martorell tiene motivos más que suficientes para llevarse el gato al agua.

Volkswagen ni confirma ni desmiente que Barcelona será el lugar donde se creará una de sus plantas de baterías. La misma por la que Seat, Iberdrola y el Gobierno han creado un consorcio público-privado con el objetivo de opositar y convencer al Grupo Volkswagen de que Martorell y más en concreto Barcelona debe ser el lugar donde hacerla.
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Es cierto que Volkswagen, durante su ‘Power Day’, nos mostró un mapa de Europa donde fabricaría baterías y en cuanto a la Península Ibérica, vimos cómo la firma alemana no especificaba nada. Solo que estaría ubicada en el sur de Francia, España o Portugal. Pero hay motivos para creer que España será su destino final.

El primer motivo es porque Martorell quiere fabricar 500.000 vehículos eléctricos al año, tal y como confirmó el presidente de Seat, Wayne Griffiths. Y no solo para Seat, también para Volkswagen. Esto nos da una pista de por dónde van los tiros, ya que para ahorrar costes de transporte de materias primas, especialmente de baterías por su tremendo peso, es necesario tener la planta de producción cerca.
Por otro lado, por la apuesta que ha hecho España en el proyecto. Durante el acto de presentación, tanto el rey Felipe VI como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, estuvieron presentes. Una fuerte representación institucional para una mera presentación de un proyecto con el que convencer a la ejecutiva del Grupo Volkswagen.
El tercer motivo para creer en Barcelona como sede de la fábrica de baterías para coches eléctricos es Ford y Almussafes. Aunque hay un proyecto para desarrollar una planta de baterías propia en Valencia, no hay que olvidar que la firma norteamericana tiene un acuerdo con Volkswagen para utilizar la Plataforma MEB, que ya hemos conocido gracias al Volkswagen ID.3. Por tanto, la cercanía entre Barcelona y Valencia podría generar más sinergias entre las marcas alemana y estadounidense.

Por último, el optimismo que vemos en Seat y la entrada de una importante empresa energética como Iberdrola, que está haciendo una fuerte apuesta por instalar puntos de carga en todo el país. El dúo formado por Seat e Iberdrola es bastante fuerte, a lo que hay que sumar la inyección de capital por parte del Gobierno gracias a los fondos europeos para desarrollar proyectos relacionados con la transición ecológica.
Hay motivos más que de sobra para creer en una fábrica de baterías en Barcelona. Sería un importante impulso para la economía del país, ya que la automoción representa un gran porcentaje del PIB en España. Por tanto, con estos proyectos de futuro, España seguirá siendo competitiva en el sector y atraería incluso a otras empresas dedicadas al mismo campo.